Pues muy amigo del viento ahora me encuentro,
en este preparar las naves hacia vuestro puerto;
porque a vuestro lado se que está por fin mi centro,
que sin vos mi vida ha sido como andar tuerto.

Os dejaré en un lejano recuerdo esas profundidades,
pues en mis alas alzaréis un nuevo y renovado vuelo;
para protegeros de por vida del retorno al infame hades,
sin permitir que nuestro amor roce siquiera el suelo.

Mi estampa os servirá de escudo y emblema amoroso,
en cuanto vida y recuerdo os quede de mi en ella,
más no retornaréis más al turbado sueño tenebroso,
mientras os siga alumbrando eterna mi estrella.

Cuando en vuestros brazos al fin repose mi alma,
de tan largo viaje entre estos tiempos cernidos;
habré de desatar los sueños para amaros en calma,
donde en vuestro corazón descansaré mis sentidos.

Y habitaremos el feudo de la tierra y los sueños,
pues habremos de danzar al son de los corazones;
pues por fin de nuestros destinos seremos dueños,
después de haber luchado juntos tantos sinrazones.

A vuestra niña que portáis inmaculada adentro,
protegeré ante todo con mi vida de ser necesario;
amando a la mujer que me retorna a mi centro,
como si me acogiera a tierno y bello dispensario.