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7 de Noviembre de 20....
Aquella mañana salí de casa sin rumbo, sin esperanzas, sin ánimo de nada. Eran las nueve de la mañana y hacía un frío de mil demonios. Cogí las cuatro cosas imprescindibles y necesarias para poder llegar donde tenia pensado, a ningún sitio en concreto.
Entre en el ferrocarril, ese ferrocarril, que alguien muy especial me había dicho que era nuestro “ tren de los sueños”, yo tenía muchos pero simplemente eran sueños. No tenía ni idea de que los sueños también se cumplen, pero solo si esos sueños, son deseados con tanta fuerza que llegan a ese ser que nos los puede conceder.
Cogí el tren y empecé un viaje a ninguna parte. A la hora exacta que tenía prevista salio el tren arrancó, empezó ese traqueteo, tan particular de los trenes de toda la vida. Salió del túnel oscuro de la estación y poco a poco se fue alejando de aquella inmensa y estresante ciudad.

8 de Noviembre de 20....

Llevaba ya un día entero dentro de aquel tren, en frente de mi estaba sentado un hombre joven, pero daba la impresión que tenía más años de los que aparentaba, llevaba unos pantalones gastados, una camisa gris y una cazadora que pedía rabiosamente la jubilación. Desde que había entrado en este compartimiento, las únicas palabras que nos cruzamos fueron: -¡Hola!-
Llevaba una barba de tres meses, sin rasurar ni arreglar, solo se veía el labio inferior y la expresión de los ojos era de una total tristeza y pesadumbre. Durante aquel día solo se había levantado para ir al servicio, no había comido nada, ni bebido más que un par de vasos de agua que iba a buscar al lavabo. Entonces me dirigí a el y le ofrecí un bocadillo, minutos antes me había ido al servicio de restaurante y había pedido dos bocadillos, uno para mi y el otro para el. Cuando se lo ofrecí él se negó, pero insistí tanto que al final me lo acepto. Se notaba que tenía hambre porque tardo pocos minutos en comérselo, cuando acabo me miro unos instantes y continuo cruzado de brazos mirando por la ventana de del tren.
Yo, que era una persona que me encantaba hablar con la gente, no pude aguantar mi curiosidad, así que intente poder tener una conversación cordial con aquella persona que por lo que había podido observar en estas veinticuatro horas que llevábamos juntos no debía tener mucha familia, o muchos amigos.
-Perdona... Me voy a presentar, soy Jesúa, ¿Y tu?- dije con un poco de timidez intuyendo que no me iba a contestar...
-Yo llamar Movie –dijo con un acento rarísimo, que no había oído nunca, una voz fuerte y un tono pausado, tranquilo, era una voz de estas que oímos en la radio y nos envuelven en una especie de melancolía.
-¿Movie?, perdona pero no lo había oído nunca ¿De donde es usted? –pregunte –
-Movie, es nombre de mi país, yo soy de un país muy lejano, no conocido por tu. –Dijo Movie-
-¿A no? ¿Y donde esta tu país? –pregunte extrañado, tanto por su acento como por su forma de decirme que yo no conocía su país.
-Mi país esta en mar, en un mar lejano y no conocido. Yo estar aquí por error. Mi tren cambio de vía y yo perderme aquí en tierra.

No entendía nada, se había perdido en tierra, en un tren que había cambiado de vía, era de un país en el mar que no conocíamos, quizá pensé que me quería decir que vivía en una isla perdida, pero no le comprendí muy bien. Durante un par de horas intente sacarle información, hablar con él para poder indagar de donde era y si era necesario poder ayudar a volver a su país.
Se hizo de noche y nos acomodamos en nuestros asientos para poder dormir, eran incómodos porque no eran coche-cama, pero en cuanto nos quedáramos dormidos no nos enterábamos de la incomodidad.

9 de Noviembre de 200....
Eran más o menos las siete de la mañana, empezaba a amanecer y me desperté, me sentía muy cansado, mareado, y tenia la cabeza que me daba vueltas y cuando me di cuenta, me impresiono ver que no estaba en el tren. Estaba en una sala cubierta con una especie de cúpula de cristal. El techo era transparente y se podía ver muchas clases de peces nadando por su alrededor.
Estaba soñando....¿o no?..., seguro que estaba soñando, pensé, aquel lugar era extraño y desconocido para mi, estaba solo, y nada mas había una mesa de forma triangular en la cual se podía observar una especie de ordenador encima, no tenia mas que la pantalla, no había teclado ni ningún otro aparato.
Las paredes eran también de cristal, pero no transparente eran de color gris plata, y tenía la forma como de una especie de bunker construido bajo el mar.
Me acerque a la mesa, entonces me fije que en la pantalla de aquella especie de ordenador había como la forma de una mano, se debía de activar con sensores, me la quede mirando y como mi curiosidad puede más que mi razón puse mi mano tocando la pantalla justo encima del dibujo de la mano que había en ella.
De repente empezó a iniciarse un programa, una voz metálica empezó a decir mi nombre, edad, ciudad donde había nacido y todos mis datos personales, a continuación se activo otra pantalla de color naranja, en aquella había como unos ocho recuadros azules, y en cada recuadro indicaba una opción:
Trabajo, Vida Social, Intereses, familia, opciones personales, deseos, y por ultimo había un recuadro que me choco por su color plateado, ponía “Sueños”.
Como no veía que apareciera nadie por aquella sala continúe sentado delante de la maquina y apreté la opción de “trabajo”, entonces se abrió una especie de ventana en la que incluía todos mis puestos de trabajo desde los 17 años que había empezado a trabajar como aprendiz en un supermercado para ganarme algún dinerillo para mis gastos, mientras estudiaba. Hasta la fecha de hoy estaban todas las empresas, contratos, fechas de alta y baja, era algo que me estaba dejando muy extrañado.
Cerré aquella ventana y abrí la siguiente, era la de “ vida social”, en esta estaba escrito una larga lista de todas las personas que había conocido desde los seis años hasta la fecha actual, relaciones de amistad, trabajo, domicilio, etc., de algunas ni me acordaba o ni sabía quienes eran.
En el apartado de “intereses”, se podían leer cosas muy curiosas, allí incluía todo lo que me gustaba y lo que odiaba, lo que me interesaba de verdad, y lo que había descartado durante estos treinta y pico años. Fui abriendo una por una todas y la verdad es que era la mejor biografía escrita que le podían hacer a una persona. Pero la ultima era la mas interesante la de “Sueños”. Lo curioso de esta era que estaban escritos todos mis sueños, ¿Cómo una maquina podía saber mis sueños, jamás se los había contado a nadie? ¿Cómo era posible que estuviera leyendo allí mis deseos interiores mas profundos?. Había tenido muchos sueños en mi vida, pero había uno el más importante, para mi irrealizable, estaba también escrito pero, las palabras estaban subrayadas y en color oro. Aquel sueño había rondado mis pensamientos durante varios años, aunque sabía perfectamente que algunos sueños no se cumplen jamás por eso se llaman sueños porque no pueden ser reales, pero por alguna razón inexplicable jamás perdí la esperanza de que este sueño se me cumpliera, era como si algo sobrenatural me estuviera susurrando al oído, que no dejara de soñar, porque este se iba a cumplir.
De repente, una gran puerta se abrió ante mi, antes de que cerrara con mis dedos esa ventana de los sueños, y que pudiera ver con mis propios ojos si se iban a cumplir mis sueños y en especial ese que me daba tantos dolores de cabeza. Apareció un hombre de unos cuarenta años con una barba blanca, larga y muy poblada, vestía una especie de mono de color gris oscuro y unas botas acabadas en punta muy fina. Se acerco a mi y empezó a hablar, me explicó que yo estaba allí porque le había causado una muy fuerte y buena impresión los deseos que tenia en mi mente, la gente no suele tener deseos ni sueños que sean tan importantes, todos sueñan con cosas banales, sin carácter, ni buenas intenciones. Todos sueñan con dinero, posesiones, amor interesado...Sin embargo Jesúa nos has conmocionado, nos has impresionado de tal forma que posiblemente te concedamos ese deseo tuyo de quitar de la mente humana toda reacción o pensamiento de la maldad.
Aquel hombre se presento como Spogui, era un enviado del “Circulo de los Caballeros Celestes”, venía de un lugar donde la vida había empezado hacía tan solo seis mil años Kova. Le explico que cada año Kova representaba tres billones de años nuestros, y que no podíamos comprender sus mentes porque estaban totalmente desarrolladas, de tal forma que en vez de utilizar ese 5% del cerebro que utilizábamos nosotros, ellos estaban utilizando un 65% y algunos de ellos el 75%, así que no podía actuar como actuaba, hablaba, o pensaba como el, Jesúa no entendería nada de lo que Spogui quería comunicarle, Spogui se tubo que poner a la medida cerebral de Jesúa porque si no podría explicarle nada, ni Jesúa entendería nada de lo que le contaba. Era bastante difícil de comprender pero entre los dos harían un esfuerzo por entenderse.

10 Noviembre de 20....

Por mis cálculos mas o menos tenían que haber pasado unas veinticuatro horas desde que me había despertado en aquel lugar, pensaba que estaba soñando, sinceramente aquello no podía ser real, pero a medida que pasaban el tiempo me daba cuenta de que no podía ser un sueño. Después de todas las explicaciones que me daba Spogui, no supe que decir ni que hacer, me encontraba en un lugar desconocido, estaba desorientado, no conocía a nadie, y me estaban contando una historia de Ciencia Ficción, no por que hubiera personajes raros, o deformes, sino por todo aquello que me había explicado, todos aquellos aparatos tan modernos, toda la información que tenían mía, etc.
-Sr. Spogui.... ¿Cómo voy a volver a mi lugar de procedencia?- pregunte con un poco de miedo por la reacción que pudiera tener aquel personaje-
-Jesúa amigo mío, antes de volver a tu vida normal nos has de hacer un favor muy grande, nos tienes que ayudar , te explico, nosotros no somos como vosotros, no tenemos vuestro aspecto aunque ahora nos veas así, no hablamos vuestro idioma y no tenemos eso que vosotros llamáis sentimientos, así que lo que te pedimos es que nos dejes tus sentimientos aquí, que nos los regales, entonces, nosotros te daremos el Gran Arco Gris, y tu sueño se hará realidad, y volverás a tu lugar de siempre....
-Pero...!No os puedo dar eso.., es imposible, no lo entiendes, yo no me puedo quedar sin sentimientos, los sentimientos no se pueden dar, vender, prestar o lo que sea, eso nace del interior de la persona, animal, o lo que seas.
-Lo siento pero nosotros tenemos que saber y obtener los sentimientos vuestros, y sobre todo lo más importante es que nos entregues el “AMOR”.- dijo Spogui con un tono de voz que ya empezaba a ser un poco agresivo-
Como la cosa se empezaba a poner un poco tensa, intente por todos los medios que se calmara, y le dije que si, que le entregaría los sentimientos y el amor que el me había pedido, pero para eso teníamos que estar los dos de buen humor, y sobre todo no haber ningún tipo de tirantez entre nuestras personas. Spogui aceptó y me dijo que empezáramos lo antes posible, así que le dije que me tenia que enseñar a su gente, su ciudad o lugar donde vivía, el se hecho a reír, durante varios minutos no para de reír, una risa que se te metía por los oídos como un sonido chirriante, que te ponía nervioso.
-¿Sabes por que me río, Jesúa? – me dijo cuando pudo aguantar un poco su carcajada-
-Pues sinceramente, no se que es lo que le hace tanta gracia, me gustaría que me lo explicará- le dije-
-Perdona Jesúa, pero es que no tengo lugar, ciudad, ni gente, como en vuestro país, y no se donde quieres que te lleve- me contesto con la risa aun entre sus dientes.
-Pues me puedes explicar ¿de donde has salido, de donde vienes, tienes que haber nacido en algún lugar, tener madre, padre o lo que sea? -Le pregunte un poco extrañado.
-No, Jesúa ya te dije que venia de un lugar diferente, yo no soy como vosotros, mi cuerpo no es este que tu ves, yo soy un cuerpo celeste, una particular invisible en el espacio, y cuando tengo que hacer algo, o contactar con alguien me adapto a su forma de vida.
-Así que, ¿te puedes comunicar con humanos, animales, estrellas, y todo lo que existe en el universo?, me es incomprensible creer que no eres hombre, animal o otra clase de especie, que no tienes forma, que no tienes a nadie en este mundo y quieres saber que es el amor, los sentimientos, eso tan solo lo lograras viviendo con personas, estando en un lugar donde puedas compartir las cosas con alguien, solo no puedes saber lo que es.- le dije todo preocupado porque cada vez las cosas eran mas extrañas-
-Bueno, pues hay una forma es que me lleves contigo, nadie lo notara, yo tengo forma humana, y tu me enseñaras todo eso que te pido. Cuando lo haya aprendido yo me iré y te dejare que vivas tu vida, ¿estas de acuerdo?- me dijo con una voz de querer con toda el alma, si es que la tenia, saber que son todas esas cosas que los humanos no vemos, pero podemos sentir, así que no tuve más remedio que decirle que si, que fuéramos a donde yo vivía, y allí obtendría todo eso que el deseaba.

11 de Noviembre de 20....

No se como ni por donde pero desperté de golpe, estaba otra vez en el tren sentado al lado de aquel personaje que me hablaba raro, de repente me dijo:
-¿Qué como te ha ido con Spogui?, te ha comentado algo, ¿te ha asustado?- dijo y se hecho a reír-
- ¿Como sabes tú que he estado con Spogui?- le dije
-Bueno ya te dije que somos diferentes, la verdad es que solo existe una sola especie y esa soy yo, yo soy Spogui, y puedo ser quien quiera...
Aquello me dejó helado, no había soñado, todo aquello había sucedido, ahora el era a la persona que tenía que enseñar lo que me pidió, ¿pero como enseñarle algo que no se ve, no se palpa? Bueno empezaría por presentarles a varias personas, y así se podría provocar alguna situación para demostrarle lo que me pedía.
-Bueno Spogui o quien seas, bajaremos en la próxima estación y allí volveremos a donde yo resido, ¿te parece bien? -le dije para ver si reaccionaba de alguna forma.
-¡Vale! Me parece bien.
Aquello fue una verdadera pesadilla, le presente a varias personas, le explique como eran las personas, como vivían y todos los defectos y virtudes que podría ir conociendo de ellas. Al cabo de dos semanas conocía a mucha gente, pero claro no tenía que explicarle nada porque el lo sabía todo de ellas. Era imposible poder hacer algo que no supiera, así que lo puse ante un dilema, para ver si podía distinguir lo que quería saber. Un día le dije:
-Spogui, tengo que dejarte durante unos días, tengo que ir a un lugar a hacer unas cosas y tu tienes que quedarte solo, no puedes acompañarme, así que intenta arreglártelas como puedas.
-No puedes irte sin mi, yo no tengo relación con las personas, no me quedaré aquí me iré contigo.- dijo tajante-
-No, no vendrás conmigo, te quedaras aquí e intentaras relacionarte con las pocas personas que conoces, ellas te ayudaran si te hace falta.- le dijo con tono de imposición para que viera que me estaba enfadando.-
Entonces de repente se puso a llorar, empezaba a caer una lagrima por su mejilla, cuando el se impresiono y...

-¿qué es esto Jesúa, porque me cae agua del ojo?- dijo asustado-
-Mira Spogui, ya sabes lo que es un sentimiento, tu ahora estas experimentando el sentimiento del abandono, del rechazo, y estas llorando, y ¿sabes porque?, porque sientes amor por alguien, tienes miedo a quedarte solo, y además sientes algo de amor por mi, porque te has puesto a llorar.
-¿de verdad que es esto? –Dijo pasándose la mano por la mejilla para intentar coger la lágrima con su mano-
-Si, eso es un sentimiento, una clase, porque hay muchos, por amor, por odio, por un padre, por una madre, por alegría etc. y tu has conseguido obtenerlo, sentirlo, eso es muy importante. Todas las personas tienen sentimientos, unas mas que otras, unos mas sinceros, otros mas humanos, pero todos tenemos. Hasta las peores personas que existen tienen algún tipo de sentimiento o amor por alguien. Eso nace, de dentro, no se puede dar, comprar son cosas que no se ven pero se perciben sin que te los enseñen.

16 de Noviembre de 20.....

Spogui este día se levanto solo, sin hacer ruido, silencioso, y me dejo una nota, una nota que decía:
-Hasta siempre querido amigo,
Me has enseñado lo mas importante de la vida, del universo, de todo, “los sentimientos y el amor”, por quien sea, o por lo que sea, pero sin eso no seriamos mas que maquinas, yo era una de ellas, y ahora me he convertido en algo de humano. Me voy tengo mas misiones, pero algún día nos volveremos a encontrar .Solo despedirme y decirte que te vayas al peor lugar que existe en tu mundo y veas algo que he dejado para ti. Hasta siempre. Spogui.

Aquella nota me entristeció porque no puede despedirme, pero sabía que el estaba cerca de mi, y me ayudaba, así que fui a ver el peor lugar del mundo, el lugar donde reside la verdadera crueldad y la maldad…las cárceles.
Fui a la mas peligrosa, y mi sorpresa fue que estaba vacía y cerrada, llame a varias cárceles y todas estaban cerradas, no había nadie, entonces me di cuenta que me había concedido “mi sueño”, quitar la maldad de la mente humana, por eso no había cárceles.
Doy gracias a Spogui, por concederme ese sueño imposible, pero que él lo hizo realidad, y le doy las gracias por haberme dejado enseñarle, eso que nosotros tenemos y no apreciamos…los sentimientos.







Texto agregado el 28-09-2006, y leído por 85 visitantes. (0 votos)


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