Ya que hemos podido conversar un poco al menos, me he dado cuenta de todo lo que siento y dejé oculto durante tanto tiempo, me has ayudado a recordar los buenos momentos que pasé al lado tuyo, tus berrinches, mis silencios y tus cosas, esas imborrables cosas que nunca volveré a experimentar como con vos.

No hay nada en mi camino para decirte lo que te siento, lo que me significas aún, lo importante que ha sido para mi todo esto, el venirte recordando después de esa llamada en donde hasta se asomó el llanto, la sonrisa y la sombra del ayer casi olvidado.

Gracias por existir, por cruzarte en mi camino e iluminar mi vida, incluso gracias por dejarme, verdaderamente soy capaz de aceptarlo y valorar de vos hasta eso, así son mis manías y así me has transformado, porque no puedo dejar de pensar en todo lo que aprendí y crecí a tu lado.

Venga, que regresen los buenos tiempos que la vida avanza, no nos quedemos mirando como nos pasa de largo, y mantengamos vivo el momento en que nos dimos ese primer beso, o cuando nos sorprendieron... Eso es lo que creo que después de nosotros, con la distancia dejará su marca y vale la pena recordar por si algún día vuelves.