Caminaba y hojeaba
Sobre la mesa los libros
En una tienda, de ésas,
Tres-lechuzas rojas.

Un empleado, se interesó
y me mostró
Un libro de colores,
De los “1001 discos que
Tendría que escuchar antes
de colgar los tenis.

Me sonreí, y cuando me
Preguntó que qué opinaba
Tal vez esperaba
Que yo me lo llevara

Pensando en voz alta
Y haciendo cuentas,
Le dije:

Vine al mundo en los 70,
Exactamente un noviembre
Cuatro días después de que
Queen presentara
Su Rapsodia Bohemia.

Un año después, un joven
Con cara de muñeca de
porcelana daba nombre
definitivo a su banda: The Cure.

Tenía dos años y el fabuloso
Bowie cantaba Heroes
Iggy Pop no se imaginaba
Que Lust for life, de ese mismo año
Serviría para banda sonora
De Trainspotting

En el 82, gracias a un cacaro
Amigo de mi primo
Vi Pink Floyd: The Wall
Recuerdo que perduró
Hasta bien entrados los 90

“Disintegration” marca mi
Concepto de lo oscuro
Esto en 1989

Mis extremos se encuentran
Con dos bandas de gringos,
Una de ellas considerada por
Metallica como el peor
Grupo de rock, GNR.

Cobain hace de las suyas
Impregnando los 90
De la desolación malsana
De camisas viejas

Es en el 94 cuando elijo
Mi camino
De ahí pa’l real
No me cierro
A escuchar proyectos
Nuevos

Creo que me falta
Por vivir más música


No, pues no me llevé el libro
Y, morirme pronto,
realmente no concibo.