Anita es una chica-mujer, osada como ella sola, sale a las 17:30 hrs de su casa.

Su vestimenta es sencilla, zapatillas blancas, calcetines rozados, una falda floriada hasta sus caderas, una blusa roja, y su bolso pequeño lleno de papeles y sin monedas. Ella tiene los ojos negros y grandes, sus cejas son prominentes y su nariz mediana, le faltan cuatro dientes, sus labios gruesos, su pelo corto y negro, de mediana estatura y de voz cortante. Cuando se enoja frunce el entrecejo, sus labios los junta con fuerza, mira fijo, con fuerza y verdad.

Camina despreocupada, pero con los manos en la cara, el sol le molesta y no lleva gafas, mientras sus piernas tientan paso a paso a su trabajo.

Al llegar a Plaza Ñuñoa, saluda seria al cuidador de autos, esperando un HOLA se queda parada, pero no la saludan, mira hacia el suelo y sigue caminando despreocupada, y comienza a mendigar dinero.

Pasan las horas pidiendo dinero, conversando, recibiendo algunos golpes, y a veces un abrazo de alguien preocupado. Ella ríe cuando mete su dedo en la nariz, y se enoja cuando cree que le han dado mal su cambio.

A las 2:00 de la mañana llega a un servicentro y da vuelta su bolso en la caja, pide que le cambien 90 monedas de 100 en billetes de mil pesos, y luego del cambio pide un té, azúcar y un chocolate, se va a una mesa y se queda hasta las 3:00 de la mañana.

Martín aparece con su sonrisa implacable, siempre compra lo mismo, ramitas de queso y un par de chicles, cuando le atiende la chica de turno la mira con horror, y le dice mirando hacia al lado: Tu cierre, tu cierre esta abierto, tu cierre del pantalón esta abierto, la chica despreocupada se sube el cierre que se baja al estar malo. Martín sonríe y dice: muy bien, muy bien y se ríe nuevamente. Se va con su sonrisa y vuelve al otro día a comprar sus ramitas de queso y un par de chicles.

Raquel, hermana de Anita, llega al servicnetro, pregunta por ella y comenta: se escapo a pesar de que la dejamos encerrada, y la ve sentada, mirando a su amor, al chico de la bomba.

Anita: te dije que llegaras temprano a casa, vamonos.

No, NO, NO , no me quiero ir, espera.

Anita VAMONOS. NO NO NO, y Anita se para con los ojos bajos, se queda parada, Raquel la toma del brazo y ella camina.

Chao chicas, que estén bien.

Gracias Anita, chao.

Anita tiene un retraso mental, su retraso no le impide vivir una vida tranquila, pero fue operada para no tener hijos porque siempre anda en calles oscuras, y conversa con quien le de una sonrisa y dinero. Ella es verdadera en todo momento, se enoja sin pensarlo, se ríe sintiéndolo de corazón, y hace lo que quiere sin importarle el miedo que pueda tener, pero no creo que sepa muy bien los peligros que tiene la noche.

Para no dejar al aire a Martín, el también tiene un retraso mental, él es loco, le encanta correr por sus calles vecinas, le grita al perro que le ladra, se escapa de su mamá cuando le pide que se vaya a casa, y no soporta ver cierres bajos ni nada fuera de lugar.