-Anthony... – gritaron.
Al voltear la cabeza contemple que Diana, una ex novia, corría hacia mi.
-Ayúdame – dijo recuperando el aire.
- ¿qué...?- le pregunte haciendo una mueca de desprecio.
- Por favor...- suplico con lagrimas en sus ojos.
Tome aire y tratando de entenderla...
- ¿qué paso? – le pregunte sin mucho interés.
- No sabes... Estoy cagada...
“como si fuera novedad” pensé.
- Estoy... Embrazada. – susurro entre lagrimas...
- JA – grite burlándome – Cojuda...
-No te burles... Ayúdame... – su mirada se perdió en suelo
- ¡¡qué te ayude el bastarlo de José...!!- sentencie.
- José desapareció... ayer le conté que estaba empanzada. Puta no sabes comenzó a decir que ese hijo no es de el... que quizás era tuyo o el de franco... o sabe Dios de quien... – Lloraba en silencio...- hoy Fui a buscarlo y su mama me dijo que... se fue a provincia... Ayúdame...
- Seguramente esta por allí, no creo que se halla ido. Tu sabes, José es un misio de mierda...
-No... ya me demostró que es un cobarde, es una basura... todos son iguales...
-Si tienes razón... – cavile.... aunque yo no hubiera escapado...- y en que te ayudo...
- Préstame doscientos soles...
- Piensas que te prestaría dinero.... para asesinar....pensé que me conocías!
- Por favor, ponte en mi lugar!
La mire de pies a cabeza, trate de imaginarme y un lapsos critico llego hasta lo mas profundo de mi ser. Dude en decirlo, pero lo dije...”Esta bien...”
No entendí por que me dio las gracias... y se fue jurando que iba a pagarme algún día.
No quise acompañarla, deje que fuera sola. Ese día no pude dormir. Mi conciencia tenia muchas preguntas a la cual responder. Muy de madrugada accedí a los brazos de Morfeo con un cigarro en la boca.
Al amanecer me había olvidado de lo ocurrido, desayune, Divagué sin sentido hasta ver una colilla de cigarro que yacía al pie de la cama . “Diana” me alarme. Corrí hasta su casa; al entrar no pude evitar oler las fúnebres flores.