No supo cuándo, no supo cómo y no supo por qué; simplemente un día se levantó de su asiento, dejó de ver aquella ventana completamente cerrada que la había tenido fascinada durante tantas noches, tantas semanas... tomó su abrigo negro, apagó la luz y se fue al fin de ese 'cuartucho' de hotel.
La gente que la conocía durante todo ese tiempo murmuraba sobre su comportamiento ¿depresión? ¿Locura? ¿Simplemente tedio? Algunos aventurados se le acercaban y tomándola del hombro intentaban atraerla al mundo exterior, si tenían suerte ella simplemente no se inmutaba y continuaba mirando sin mirar hacia el mismo punto. A algunos les costaba aguantar gritos incoherentes ó movimientos explosivos que terminaban la utilidad de algún mueble. El cuarto quedó tan vacío como su mente, solamente con la silla que ocupaba cada día, siempre en la misma posición: espalda recta, piernas en ángulo de 90º y sus manos descansando sobre sus rodillas, la respiración tranquila y profunda con algunas intervenciones de suspiros. imperceptibles
¿Cómo comenzó todo? No se explicaban este cambio, un día sonriente, platicando y contagiando su felicidad inaudita y en un momento, al sentarse en esa silla desapareció esta persona, dejando solamente ese mueble, ese estuche de lo que alguna vez las personas amaron, pero en ella se reflejaba una sonrisa única, cómo la del niño al que nadie más entiende en sus juegos. Tan repentino como el grito que expulsó un día para ahuyentar a los amigos que querían pasar con ella la noche de su cumpleaños, para ella una distracción efímera.
Después de tantas lunas pasadas, después de que sus expresiones (casi robóticas) cambiaran tanto y se cubrieran con lágrimas, con risas, inclusivo carcajadas; todo simplemente terminó. ¿Un tiempo en pause? ¿Acaso el tiempo ha perdido su ecuanimidad y a algunos preferidos les da la oportunidad de perderse? Tal vez para ella sólo fue un segundo.
Salió de aquel hotel caminando con su conocido ritmo, a paso veloz. Inmediatamente se topó de frente con su mejor amigo, que en búsqueda de explicaciones la invitó a un café, y para su sorpresa recibió un -sí- adornado con sonrisas que creyó no volver a ver en cara de ella.
- ¿Qué fue eso?
- La vista de esa ventana era maravillosamente prometedora.
- ¿Pero permanecer ahí?
- Llegué a pensar que se abriría.
- ¿Y qué pasó?
- En un parpadeo me di cuenta que ya estaba cansada, y a lo lejos noté una puerta que había permanecido abierta de un tiempo para acá.
- ¿Entraste?
- Sí.
- ¿Te quedarás?
...
"Sí estás cansado de los mismos resultados deja de hacer las mismas cosas"
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