Llueve dentro de mi habitación. Odio cuando llueve dentro de mi habitación, tengo que abrir el paraguas, ponerme ropa abrigada, guantes y bufanda. Y lo peor es que, como afuera hace un día precioso, tengo que sacarme todo antes de salir, si no quiero ser la burla de los niños del vecindario. Ya se han reído demasiado de mí por no poder volar tan rápido como los demás...
...
Me encuentro en este maldito paisaje yermo, todo está muerto y el sol se esconde entre gigantescos menhires. No me gusta estar en un lugar y de repente aparecer como por arte de magia en otro. Es muy incómodo... nada de práctico. Si por lo menos las personas pudieran saber donde irán a parar, todo sería más fácil. Se podría dar un gran salto y volar en la dirección donde vive...
...
Muy incómodo... Estoy otra vez en el fondo de este mar. Todo siempre se ve borroso y, como todos saben, el mar es muy difícil de respirar al principio. No me gusta. Después hay que salir del agua todo mojado y lleno de arena y sal...
...
Tengo al frente un enjambre de periodistas. Me sacan miles de fotos. Me gané la Lotería, tengo un gran cheque en mis manos y el dueño del Banco Nacional ordena llevar los doscientos mil millones de dólares a mi casa. Lo último que pienso es en tener mi casa llena de papeles. Además no tengo patio... y en mi habitación siempre llueve.

... Cada vez me gusta menos soñar...