Pueden leerse por separado, o pueden leerse juntos y formar algo más
Cómo pudieron pretender que cuidaras algo tan frágil su tenías las rodillas negras de tantos golpes…
Cómo quisieron que guiaras una existencia si ni siquiera sabías donde estaba el timón de la tuya…
Como pudieron pensar que debías tener el coraje y el valor para enfrentar esto, si nunca te enseñaron como…
Como pudieron querer que seas feliz si tenías el alma llena de dolor…
Cómo desearon que vieras las cosas claras y con la frente alta, si tenías los hombros cansados y los ojos repletos de llanto…
Cómo pudiste dejarte morir, si tenías una vida adentro…
Pronto me iré, pronto, muy pronto…
Me iré por la puerta de atrás, cuidando de cerrar las ventanas y de no tropezar con nada… Me iré de puntitas, casi sin respirar, mientras todos duermen, mientras todos sueñan…
Mi falta ni se notará, creerán que es un día igual a otros, y quizás lo sea…
Pero el aire será diferente.
Será el día de mi partida, el día en que viajaré lejos, el día que no volveré…
Tal vez entonces lloren, o tal vez entonces sean felices.
Y tal vez entonces tendré paz…
¿Será esto lo que cruzaba tu mente esa madrugada, amiga mía….?
La tristeza es una llama verde que se apaga, un suspiro que no se escapa.
Es un gemido durmiendo en la garganta de un ángel, una lágrima huyendo de la escarcha. Es un sueño que se triza como porcelana contra la pared. Es un viento helado corriendo sobre nuestra frente, despeinando los cabellos de un duende.
Es un plato vacío de sonrisas, un pájaro muerto en su jaula. Es un árbol caído en la lluvia. Es otro almanaque cayendo a la nada. Es una casa sin risa y sin llanto.
Es la caricia de mi mano tibia en tu mejilla fría. Es mi cara en el espejo…
1991
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