Tendría que llevar una maleta y tenía que tener bien claro que iba a llevar. La ropa y los zapatos estaban muy bien pero no eran una prioridad, lo importante eran los tebeos y los juguetes.
Tener que escoger cuales había supuesto un tremendo drama pero ahora ya estaba, se sentía contento con su elección y no había marcha atrás.
Por las palmas de sus manos desfilaba un batallón de hormigas y su vejiga se empeñaba en hablar con él. Era su primera vez, se sentía grande e importante, pero los nervios lo devoraban.
No sé por qué le dije que sí. Joder, vamos, llevo trabajando toda el mes como una bestia, un poco mas y ya está.
Bueno son las 10, tengo que planchar las camisas del niño, recogerlo todo, limpiar y hacer las maletas. Al final no voy a tener sueño, y mañana levantarse a las 8.
La aventura había comenzado. Él era el capitán de un grupo de jóvenes intrépidos dispuestos a acabar con su enemigo. Una inmensa playa de arena blanca sería el campo de batalla.
Un ejercito de soldados disfrazados de niños se disponían a hacerle frente. Y delante un castillo de rocas esperaba ser conquistado.
Como disfruta, tres horas corriendo y no se cansa. Y yo que no puedo con el alma, si pudiera dormir un rato.
Por que no para de mirarme ese tío. Está ahí tirado con su familia y no me deja en paz. ¡Que no sea!
Lo había leído tantas veces que se sabía los diálogos de memoria. Podía recitar viñeta a viñeta todo el tebeo, pero daba igual el placer seguía siendo el mismo. Meterse en la vida de Peter Parker y empezar a saltar por los tejados de la gran ciudad siempre merecía la pena.
Con lo tranquilo que estaba todo y ese cerdo va a joderlo todo. Hay que tener huevos para venir hacia mí con la mujer delante, y encima le parece mal que le mande a la mierda.
Su hijo estaba jugando con el niño.
Nunca jugaba al fútbol pero hoy era uno más. Driblar con habilidad a un contrario, acercarse a la portería y meter gol. GOL que increíble sensación. Todos fueron a abrazarle y se sentía el amo del mundo.
Acabo de verle en la barra, está bebiendo y riéndose. Hay gente con él. Ha dicho algo y se han girado todos. Me están mirando.
Me lo han llamado aquí también. Me lo estaba pasando tan bien, por qué no me dejan en paz. Ese niño es imbécil, no lo escojo para mi equipo y me lo llama. Y después empezó el resto.
Aún quedan dos días mas. Ahora tiene que aguantar las miradas y los comentarios cuando anda por el hotel. Un hombre de 50 años intentó propasarse en el ascensor, está acostumbrada y sabe defenderse, pero también está cansada.
Ya no quiero jugar con esos niños, es como en casa, no paran de insultar a mama. Ayer me pelee con ese estúpido, le salia sangre por la boca. Pero mama dice que no lo vuelva a hacer, que es peor así.
No le gusta que se pegue. Sabe que lo hace por ella, pero no quiere que tenga problemas. Es un niño bueno y debe seguir siéndolo. En unas horas cogen el tren de vuelta.
Mira para él y piensa que valió la pena. Como disfrutó, y al fin y al cabo ella está acostumbrada. Se sorprendió y se sintió mal cuando la reconocieron. Pero ella es fuerte
Como lo pasé en vacaciones, esta noche volví a soñar con el mar.
Mama vuelve a trabajar hoy. Pasará toda la noche fuera como siempre. Siempre se va muy guapa. Cuando llega por la mañana se quita la pintura.
Mama me ha dejado un filete con patatas, que rico cocina mama.
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