Era de día con algo tenue en la atmósfera del colegio. Estaba en el salón de clases con la "maestra" de arte, quien en verdad parecía no tener algún estudio en pedagogía y artes platicas, son las cuatro y cuarenta y cinco de la tarde ya casi vamos a salir de esta clase; al sonido de la campana desde la otra sede , manejada por el director de disciplina, salgo tranquila con las "amigas" que me esperan, casi mujeres con estúpidas mascaras de "te queremos" con greñas negras y quemadas, pero hay una en particular, una con tinturas de ratas y una autentica capa de polvo de muerto con pestañas y labios de una mujer de noche, y me llama...
-Hola, ¿podemos hablar?- con una de quererme matar y con esa sonrisa falsa de todas las que se parecen.
-Sí, ¿qué quiere?-dudo de cualquier cosa y sé por instinto que me va a atacar.
-quiero hablar de algo muy serio, es sobre usted, desde que empezó a tratar con él, me parece-dice con mucha entonación - que usted se está comportando como una puta- sus ojos estaban irradiando gran esplendor al decirme tan horrible acusación y casi que no podía con la típica risa de triunfo al lograr dañar a alguien; como un pisoteo bajaron esas palabras a mí, pero no pasaría impune.

Unos meses después ella dijo que su abuelastro la había violado, estuve muy atenta a esa situación; una semana más tarde sucedió algo muy controversial, ella que me había acusado de algo tan espantoso le caía como anillo al dedo. Fue encontrada a medio vestir con él en una azotea de un compañero y esa no fue la única vez también en el colegio, cerca de dónde me dijo cosa tan horrible.

Clase de lengua castellana, ella está al lado mío, estoy escribiendo una nota en un pedazo de papel arrancado de mi cuaderno, dice: "interesante historia de drama, con luego una mujerzuela en la noche con él". Analizo cómo es su expresión al leer la nota, su cara se pone pálida y al finalizar la clase sale corriendo a uno de los testigos; la serenidad a venido a mi, pero aún no termina la guerra que ella comenzó.

Un día le comento a una "amiga" lo que sucedía con ella, sé que lo difundirá y al final llegará a ella, lo que quiero es que se enteré y me ataque nuevamente, esta vez lo hará en público, no lo aguantará y querrá hacerme la mala.

Es otro año y empezamos las clases otra vez, me encuentro en la fila que me corresponde y ella está ahí. En un momento de desorden se acerca y dice en voz alta- oiga, usted ¿por qué anda diciendo que yo soy una puta?- con ánimos de hacerse la dura e inocente; el miedo me invade y no contesto a la primera, ella con más fuerza vuelve a repetir lo que dijo; me tranquilizo al llenarme de valor , adiós niña introvertida, tímida y ¡hola! a una valiente, capaz de defenderse... Respondo- sí y tengo mis razones PUTA. Ella queda callada sin algo más que decir, ahora veo en sus ojos salir esa sonrisa de victoria que tenía el año pasado.