EL CARNICERO



Por más que lo intento, no consigo concentrarme. Ya han pasado dos horas y aun no he aprendido nada. No es raro en mí, ya que me distraigo con facilidad. Rondan las dos y media de la madrugada y sigo sin tener ni pajolera idea de lo que estoy estudiando. Dentro de seis horas me juego el cuello en el trimestral de biología, y yo como ejemplar vago y despreocupado que soy, como siempre, lo he dejado para última hora.



03:00 AM



“Detallados estudios químicos basados en isótopos de carbono de rocas del eón Arcaico sugieren que las primeras formas de vida…”



“Detallados estudios químicos basados en…” ¡NADA!



Estoy que me duermo, necesito concentración. Creo que una buena dosis de cafeína me ayudaría. Sí, eso es. Me tomo un café y me pongo a ello.



03:30 AM



Café en mano me dispongo a lo imposible, allá voy. “Concentración, concentración…!”

“Detallados estudios químicos…”



05:00 AM



¡JODEEER! Hora y media y aun no me sé ni la décima parte. No hay otra, es la única alternativa, voy a tener que hacer chuleta. Tengo dos horas y media para prepararlo, ya que tengo que salir antes para coger buen sitio.



07:15 AM



¡Ya está, si señor! Diez temas divididas en diecisiete chuletas repartidas entre los dos bolsillos del pantalón, de la chaqueta, manga y cinturón. Solo queda coger buen sitio y lo demás será pan comido.



Sin desayunar ni ducharme me dirijo al lugar del examen, con diez minutos de antelación para poder elegir la zona más cómoda y discreta para poder llevar a cabo satisfactoriamente mi maquiavélico plan.



08:00 AM (HORA DEL EXAMEN)



-Vamos chicos todos los apuntes fuera de mi vista, ya sabéis que si veo algo inusual os quito el examen. Advertidos estáis.-



-¡LOS COJONES! – Se va a enterar este, te voy a hacer un examen de diez todo a chuletas, además vas de chulo, pero tú a mi no me pillas, es imposible que me pilles.



Me sitúo en la zona suroeste del aula, al lado de la ventana, detrás de nueve filas de cabezas que me tapan. El plan va según lo previsto, solo queda sacar mis grandiosas chuletas y a copiar.



Veo que Martín me sonríe desde la primera fila, apenas ha terminado de repartir los exámenes y el ya ha sacado sus chuletas. Que artista, por algo se le conoce como Martín el carnicero.



Bueno yo no tengo prisa, solo debo esperar a que el profesor mire a otro lado y empezar con el tema.



…



No pasa nada, relájate, puedes hacerlo. Aunque si el muy mamón del profe dejara de mirarme, a lo mejor podría sacar la chuleta con más tranquilidad y tal. Nada, este en un par de minutos se despista.



08:30



¡PERO BUEEEENO! ¿Y ESTE QUE SE HA CREÍDO?



Se pone detrás de mí el tío tan tranquilo. Encima me pregunta si tengo alguna duda, claro como has visto que tengo el examen en blanco. Vete de aquí y ya verás cómo lo lleno campeón.



08:45



Ahora le ha dado por observarme desde otra prespectiva, como si fuera un arquitecto, pero este tío de que va. Ahora se ha puesto delante. Sí, delante, pero con sus ojos de halcón clavados en mi como si fuese su presa. Me esta poniendo de muy mal humor, y muy nervioso.



08:50



¡A TOMAR POR SACO!



Ya no me da tiempo ni de copiar todo aunque me dejara, asi que voy a putearle todo lo que pueda hasta que termine la hora. Me ha dado por aparentar como que estoy copiando, total, sé que voy a junio con todo el curso. Miro a diestro y siniestro, me balanceo con la silla. Empiezo a captar la atención de los compañeros de clase, y sobre todo el del profesor. Hago como que miro de reojo, y a continuación escribo. Obviamente, escribo cualquier estupidez que se me venga a la cabeza. Ya he pasado los límites de lo permitido. Tengo al energúmeno justo enfrente mío.



-Juan por favor, saca eso que tienes ahí escondido.



-Yo no tengo nada “ahí”, Sr. Pepe. – No le debió de gustar ese vacile ni el tono irónico, ya que me respondió a grito pelado.-



-¡Juan todos sabemos que tienes una chuleta escondida, así que deja de tocármelos y sácala de donde la tengas.



( Ya toda la aula esta fija en el enfrentamiento )



-¡LE REPITO QUE NO TENGO NADA ESCONDIDO!- Respondo yo.



-¿AH NO? ¿QUIERE APOSTAR? – Exclama más furioso que burlón.



-Si no tengo nada me aprueba la evaluación. -



-De acuerdo, pero si lo tienes te suspendo la asignatura directamente sin opción de recuperar ni nada.-



-Hecho.



-Bien pues. Levanta.



-Acto seguido me levanto con los brazos en alto y con aire victorioso, ante la atónita mirada del profesor, solo se me ocurre devolverle una sonrisa despectiva, la misma que utiliza él en todas las clases. Toma de tu medicina!



El profesor no tiene otra que ir a su mesa y esperar a que termine el tiempo establecido. Al tocar el timbre todos entregan sus exámenes. Encuentro la mirada de Martín entre la multitud. Sé que él piensa lo mismo que yo, ha sido buena carnicería la de hoy.