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MIGUELITO Y SU CANCIÓN

Un día se levanto, y sin saber que había soñado, Miguelito pudo encontrar su inspiración. Tantos momentos agobiantes que le fueron quedando en su memoria, fueron los principales causantes de semejantes recuerdos. La letra se hacia fuerte, y el sentir a su padre mirándolo desde el cielo, le daba seguridad para intentar cumplir con su sueño. Fotos viejas en blanco y negro, y cartas ya casi deshechas por el tiempo, eran las que formaban parte de las frases y estrofas que iban quedando. Imaginando errores irreparables, buscando explicaciones inexplicables, y viviendo momentos inimaginables, el pibe del norte no tenia ni idea lo que en verdad estaba formando.

La primera nota era una que le había regalado Ernesto ( su padre ) para su décimo segundo cumpleaños, justo, dos meses antes de que este zarpara a convertirse en un héroe olvidado por el pueblo. Lo demás, era solo intentar seguir con un ritmo triste y a la vez de gloria, para poder llorar y a la vez sentir orgullo. No era difícil, y mucho menos impensable, solo con escuchar su corazón, sabía como formar una relación estable.
Como terminarlo era un dilema, hacerle mención al dolor o solamente nombrar lo que dejó, y en ese mismo instante, al ver la medalla de honor ganada por su padre, construyó un final que definitivamente lo emocionó.

Tres días después, llego el momento, y en el cumpleaños de su madre le entregó lo más deseado. Un recuerdo para toda la vida, y un sentimiento que en esa casa todavía no se olvida. Las lágrimas no cesaban, y los abrazos se confundían con palabras. Familiares, amigos y algún que otro desconocido, no podían creer lo que acababan de presenciar. Era un himno o era un abismo?, era una poesía o simplemente una pesadilla?, era todo para todos y era nada para nadie, pero solamente para el padre era lo que el mismo desease.

Miguelito mismo sabia que el camino iba a ser difícil, sin embrago eso no lo calló, las tormentas no impidieron que siga con su paso casi redoblado, y acompañado de su guitarra y su letra como estandartes, sin darse cuenta emprendió una carrera contra viento y marea. Puertas que se abrían fácilmente, y otras que se cerraban justo en su frente, oídos dispuestos a oír, y otros cerrados como intentando dormir. Gente que lo acompañaba con sus voces le hacían sentirse fuerte para poder seguir adelante, ya que los empujones en contra que daba esa terrible soledad lo hacían trastabillar y hasta en algún momento caer.

“Se que hoy no estás, pero se que siempre estuviste, se que siempre me quisiste y que siempre me querrás” . Asi terminaba la canción, y cada vez que llegaba a su final, con una mirada al mas allá, trataba de decirle.... viejo: gracias por ser honesto, valiente, por ser mi padre y por amarme. Sollozando recibía aplausos y miradas profundas, palmadas en su espalda y abrazos de gente que nunca vio, el pecho se le inflaba de orgullo y la luz tenue que empezó iluminando su camino se volvía cada vez mas y mas fuerte.

Se acercaba Abril, y el deseo era llevar su voz a la plaza, poder compartir con compañeros de su padre era su anhelo y ser escuchado por los que nunca quisieron escuchar...... fue su sueño.

Cuando llegó el día, las espectativas eran inmensas, sus nervios se comian las uñas y el sudor le bañaba la frente. Los huesos le temblaron al ver eso....... un plaza inmensa repleta de padres que habian perdido sus tesoros, madres viudas y repletas de dolor, hijos llenos de protestas y corazones desgarrados y una cantidad impresinante de ex combatientes arrancados crulemente de sus vidas.

Timidamente, en un rincon de la plaza empezo con su canto. Las palabras le salian solas, y las notas se esparcian por toda la guitarra sin siquiera pensar en ellas. La gente empezó a aplaudirlo, y sus ansias le dieron fuerzas. Una y otra vez, terminaba y empezaba con su historia musical, una y otra vez su recuerdo era cantado, una y otra vez su padre era recordado.

De a poco se fue acercando, y de a muchos lo fueron acompañando. Las voces se iban sumando y los gritos desesperando. Ya no podia creer lo que sucedia, ver a 50, 60 o puede ser que tambien 70 personas le sigan el ritmo a su musica, y coreen con el su estribillo. Al ritmo de.... “ Como poder vivir con eso, y como poder morir por eso, quien puede serle infiel a semejante sentimiento, si con solo ver el resto te das cuenta que las mentiras fueron las causantes de todo esto “ la gente aullaba cada mas fuerte, y las mentes en negro creian estar cantando un nuevo himno.

La plaza se iba colmando cada vez mas, y los televisores se llenaban de miradas, todos los canales filmaban ese terreno, y cuando le toco a Silvina ( la madre de Miguelito ) ver lo que estaba sucediendo en la capital, su destrozo se formo en armado, su tristeza en felicidad, y su llanto en una sonrisa imborrable. Besando la pantalla y agarrando bien fuerte la foto de Ernesto rezaba por que desde arriba el pueda ver eso.

La hipocresia ni aparecio, la cobardia ni siquiera hablo, el olvido por momentos formo parte de un recuerdo, y el recuerdo se hizo presente en cada una de las mentes ausentes.

Y así fue, como ese 2 de abril del 2005, la gente olvidada fue del todo recordada, los muertos renacieron para presenciar ese hermoso momento, y sin creer en poder cumplir su sueño, Miguelito no solo pudo hacerlo, sino que pudo hacer cumplir los sueños de ser escuchados que alguna vez soñaron todos los presentes y ausentes en esa tarde bastante lluviosa y bien patriota.

Texto agregado el 09-09-2004, y leído por 273 visitantes. (0 votos)


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