TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Tezcatlipoca_SQ / El Canto de Caín

[C:577791]

Despierto con la garganta hecha trizas:
No puedo hablar.
Da igual,
De todos modos no tengo nada que decir.
La lluvia golpea la basura y la hace sonar.
Anoche el alcohol golpeó mi cabeza
Hasta hacerme llorar,
hasta que mis pensamientos
Comenzaron a sangrar.
Siento subir el vómito,
Le urge respirar tanto como a mí,
Entonces corro a la cubeta del rincón
Y deposito ahí los frutos de mi exceso:
Alcohol, comida y sangre
Mezclados amorosamente.
En el vómito se dibuja el rostro
De alguien que hace tiempo me dijo
Que todas las almas tienen salvación.
No, amigo,
¡qué idea tan ingenua!
No todas las almas tienen salvación,
Algunas están destinadas a destruirse,
Otras ni siquiera tienen destino
Y terminan condenándose.

Me he condenado,
Sin ayuda de nadie más.
Mi mayor logro ha sido
Mi gran fracaso pese al gran potencial.
Algunas personas sólo necesitan
Que alguien crea en ellos.
Yo lo que necesito
Es que dejen de creer en mí.
No soy la persona que esperan que sea
No soy la persona que debería ser
Ni siquiera sé quién soy
Y tengo que recurrir a escribir,
A tomar, a fumar y a leer,
A imaginar
Para consolarme por no ser nadie
Y en cada verso vomito un trozo de mi alma,
De mi alma destruida por los excesos
Que tengo y los que nunca tuve.
Y cada trozo es negro,
Cada verso fétido,
Cada vómito peor.

La información necesaria la olvido,
Retengo lo miserable.
Las mejores esperanzas las odio,
Me quedo con las que me llevan
A un círculo vicioso.
Siento que voy a enloquecer,
Siento que en cualquier momento
Todas las voces que he escuchado en mi vida
Hablarán al mismo tiempo
Reventándome los tímpanos y la paciencia.
Siento que cuando muera
Todos olvidarán mi voz,
Mis letras,
Mis números,
Las frases absurdas que siempre digo
Para excusar mis vicios.
Qué bueno.
No quiero que prostituyan mi recuerdo,
No quiero estar en una conversación
Donde al final digan “descanse en paz”.
Cuando me encuentren tirado a media calle,
Rodeado de perros hambrientos
Peleándose por mis restos
Y le den la vuelta al cuerpo
Para reconocer el rostro;
Cuando vean en mis ojos la última tristeza,
En mi boca el último beso del alcohol
Y en mi cuerpo la reconciliación final con mi alma
Olviden quién fui,
O mejor dicho,
olviden quién creen que fui.

Texto agregado el 17-04-2017, y leído por 67 visitantes. (0 votos)


Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]