Hay gente tan importante,
¡y que poco somos a su semejanza!

Cuando se dignan a abrir la boca
para regalarte la palabra
pareciera que el mismo Dios bajara
para iluminar, con su voz de trueno,
nuestras absurdas chanzas.

Que pocos los afortunados oyentes los que logran
discernir y comprender su verdad suprema
y que paciencia ¡que tolerancia extrema!
para con nosotros, LOS LERDOS,

…demuestran y se nos repiten cientos de veces
o las que hagan falta.

Con sus físicos enjutos, atléticos, etéreos
diríase que no andan, si no que vuelan
y la luz pura se polariza en sus cuerpos
para que nosotros, LAS BESTIAS PARDAS
percibamos lánguidamente por donde pasan.

¡Cuanto agradecimiento habríamos de mostrar
cuando se nos concede una caricia, en nuestra piel
inexacta!

Hay gente tan importante,
¡con una vida tan extraordinaria!

Equiparada con nuestra vida zafia
parece que LA VIDA solo es de ellos
y la nuestra, un bosquejo mezquino.
Una pequeña farsa.

Hay gente tan importante
que cuando por casualidad
cruzo mis pasos con uno de ellos,
se me hace la vida

demasiado

larga.