era ya tarde cuando me tocó el corazón... sabía que estaba pegado al televisor demasiado y eso me hacía daño... sabía mucho mas cosas que me alejaban de mi destino...
el control de uno mismo es una lejana realidad... miro tantas veces la espalda del ayer y me siento tan pequeño y tonto... uno no puede volver al pasado... ni arañar el futuro... todo está en el teatro del presente... y esto que escribo también...
he hablado tanto de mí que aburre... pero de qué podría hablar si es lo único que conozco y a medias... a los demás solo reconozco aquello que veo en mí...
la paz interior... algo que trato de sentir constantemente... la paz interior... que hermosa oración...
escuché que el nombre de Dios es la respiración... y es verdad... Dios pasa por nuestro corazón de ida y vuelta y en una de esas nos llevará para su lado... a eso le dicen la muerte... en mi caso le llamo de vuelta a mi hogar... y quedarán mis huesos y luego polvo...
mis huesos que cosa oculta tras sangre y carne... mis huesos que es la pirámide del ser... y que allí se mueven... se rompen y tan solo la juntas y se pegan solas... como si tuvieran a un administrador del cuerpo en total...
luego iré a casa y allí estarán mi madre y hermana... entraré y veré a mi madre como día tras día se vuelve más y más un pedazo de carne seca pegada a huesos muy duros... y mi hermana que no sabe más que trabajar y acopiar dinero que le de seguridad o algo parecido a ello... en mi caso me entretengo laborando... pues el trabajo es mi hobby y escribir es mi gran pasión que me lleva a los santos pies de la respiración...