CAMIONERO.

Adios querida familia;
solo Dios sabe si vuelvo.
Cada viaje: ¡una aventura!
Dios dirá cuándo regreso.

Mi "pega" es de incertidumbres,
de trasnoches, de contiendas,
de nostalgias y costumbres:
de soledades eternas.

Voy y vengo; vengo y voy;
nunca sé cuándo termino;
porque mi trabajo es este:
andar y andar los caminos.

Ando y ando los caminos
y disfruto los paisajes
de esta tierra tan hermosa...
y así vivo cada viaje.

La vida del camionero
es vida sacrificada;
horas y horas de ir sentado:
¡es un suplicio en las nalgas!

Perdonen que yo lo diga
y que suene presumido:
esta cabina es mi casa
y el camión, mi único amigo.

Porque aunque no me lo crean,
entre despierto y dormido,
voy conversando con él
mientras se "traga" el camino.