Ya en la senectud, faltando poco para expirar, rodearon los nietecillos al abuelo.
- Yo, durante mi juventud, he sido bombero.
Se alegró tal parentela de aquel oficio abnegado y arriesgado del abuelo, sin saber que estaban ante el último anarquista a la manera clásica, de los que elaboraban y colocaban bombas y otros artefactos explosivos.