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Bomba nuclear de bolsillo.

Evangelista Isauro:
Patricio Ulises:
Melina Venus:
Olivia Palma:
Amadora Loreley:
Honesto Osorio:

Escena uno.
(En una heladería)
Evangelista Isauro: Macho, tenemos la obligación de impedir el comienzo de un eterno matriarcado.
Patricio Ulises: Vos también, la deja así de chiquitita y no bien la vez hacer jueguito la queres mandar a lavar los platos.
Evangelista Isauro: Como tiene que ser; más yo siempre con ropa nueva en tanto que ella se debe confeccionar sus propios vestidos.
Patricio Ulises: ¿Mochila de alpinista? Una preciosura, ¿cuanto la pagaste?
Evangelista Isauro: Te ruego que no la toques porque llevo algo muy sencible dentro.
Patricio Ulises: Okey, me quedo quieto, no te pongas así; solo que me gusta admirar las cosas nuevas recién compradas.
Evangelista Isauro: Te apuesto un pleno a que cuando llegue me hecha en cara el prohibirle integrar la selección nacional de los varones. Y que cuando me queje de las concentraciones va a poner cara de no ser ella la que inventa los protocolos.
Patricio Ulises: La van a poner como protesta de tener que jugar las eliminatorias siendo nosotros los recientes campeones.
Evangelista Isauro: Al venir bien posicionados no damos lujos que no debiéramos.
Patricio Ulises: Vamos a perder los puntos a cambio de dejar un precedente igual al de las Malvinas pero en lo deportivo; porque antes el que salía campeón iba directamente al mundial sin tener que jugar la eliminatoria.
Evangelista Isauro: Se me avecinan los cuernos como a alce alimentado a puro calcio.
Patricio Ulises: A quien no en éstos días.
Evangelista Isauro: Para mi es sagrado llevar vestimenta nueva, y de ser posible en vez de lavarla reemplazarla por otra mejor.
Patricio Ulises: Coincido, me pasa lo mismo, que estando bien vestido puedo aspirar a conquistar los mejores jamones del mundo.
Evangelista Isauro: Me tenés que ayudar en algo que quizás te resulte antipático. Voy intentar atentar contra su integridad física.
Patricio Ulises: Entonces apurate a decirme cómo.
Evangelista Isauro: Quiero que simulemos una pelea, y que cuando yo te quiera dar una zancadilla, vos te escudes detrás de ella.
Patricio Ulises: Justo que soy su fan número uno me elegis para cosa tan tremenda.
Evangelista Isauro: Ha de ser como cuando un defensor trituta al atacante a la vez que levanta los brazos como diciendo: ¿yo?, pero si apenas me acerqué para marcar en zona...
Patricio Ulises: ¿Cuando será nuestro simulado enfrentamiento?
Evangelista Isauro: Cuanto antes, apenas llegue. Y aparte, por si me distraigo, ayudame a cuidar que nadie toque la mochila.
Patricio Ulises: Te voy ayudar pero a la sola condición de que te sinceres conmigo. ¿Que hay dentro de la mochila? ¿Qué escondes detrás de esa sonrisa satánica?
Evangelista Isauro: Hice una compra de uranio radioactivo como para fabricar una bomba nuclear de bolsillo; capás de hacer volar por los aires al mismísimo Maracaná, con todos sus hinchas dentro.
Patricio Ulises: Iluso de mí que pretendía que la agasajes con caviar en compensación de negarte a que vaya a jugar con los varones.
Evangelista Isauro: La bomba en cuestión está dentro de un cartucho de serpentinas, pero al tener componentes nucleares de alta calidad será capas de hacer desaparecer un par de hectáreas de duro cemento.
Patricio Ulises: Tengamos entonces sumo cuidado y total delicadeza. Un tanto preocupado te comento que con el tiempo las ideologías de la política van determinado el caracter de las personas, siendo que los socialistas quedan hechos unos malumorados, en tanto que los libertarios y comunistas, alegres además de simpáticos hasta en los velorios de adeptos y camaradas. Donde finalmente los terrorista iremos quedando, primeramente alisando marcadas patas de gallo en la mejillas, para mas luego convertirnos en verdaderos insectos.
(entra una pareja de mujeres)
Melina Venus: Asistencia perfecta de la hinchada nacional.
Olivia Palma: Pareciera que el propio Diego de todos, venido del Cielo, estuviera firmando autógrafos.
Melina Venus: El solo hecho de jugar en el seleccionado masculino de los varones, a las claras confirma que se trata de una persona super dotada, con capacidades fuera de lo común y que llegan por afuera de la naturaleza.
Olivia Palma: Se trata de una genia carcomida por la angustia de tener que soportar un esposo egoísta, que solo piensa en él; y que ni vale la pena el tener que gastar saliva en querer mensionarlo.
Melina Venus: Vive aturdido por absurdos celos que jamás se llegan a concretar.
Olivia Palma: Amadora, en la cancha, resuelve los problemas con la facilidad de pelarse una banana; pero en cambio al marido lo tiene que soportar cuál un meloma maligno vestido de frac.
Melina Venus: Ojala que cuando le toque la lógica consagración pueda despegar de ese loco. Tengo el cogote contracturado de meta escuchar la conversación de los que tenemos detrás.
Olivia Palma: Gran poder el de tus tímpanos que pueden hacer vibrar las palabras desde tan lejana distancia.
Melina Venus: Ahora uno le dice al otro, preocupado: Con semejante atentado será imposible que pasemos desapercividos.
Olivia Palma: A lo mejor de ver nuestras lenguas lamer el aire, puedan sospechar que los estamos escuchando.
Melina Venus: Y el otro le responde que lo mejor será un rato antes salir volando.
Olivia Palma: Olvídalo; capás que a propósito nos estén comiendo la cabeza.
Melina Venus: Insiste en decir que si el plan A fracasa, no hay problema porque el plan B es la solución perfecta. Y se ríen con esa risita aguda típica de los videítos de humor de los celulares.
Olivia Palma: Vayamos a esperar en la vereda.
(en la otra mesa)
Patricio Ulises: Esa que sale es tu suegra.
Evangelista Isauro: ¿Te estoy diciendo que no puede debutar contra los varones y me salís con que de aquí a que el fútbol femenino sea rentable pueden llegar a pasar ochenta años?
Patricio Ulises: Prestá atención que allá viene tu señora; que parece mentira que ande sola.
Evangelista Isauro: Le voy a dejar un mensaje al piloto. Ya tengo la papusa, compañero. Y por los requisitos no se haga ningún problema, el permiso para aterrizar lo conseguimos al toque con solo mensionar su nombre.
Patricio Ulises: Por lo visto has pensado hasta en los más mínimos detalles.
Evangelista Isauro: Si, y además en la ganchera tengo al bobo que se irá a inmolar...
(regresan)
Melina Venus: Amadora se quedó extaciada mirando lo que sucede en la terraza de allí enfrente.
Olivia Palma: ¿Que se cuenta, muchachos?
Melina Venus: Allí viene caminando, pensativa, con la pelota cual si fuera el muñeco del ventrílocuo.
Patricio Ulises: Se puede dar por sentado que el público masculino consume fútbol femenino solo para mirarles las tetas subir y bajar como globos.
Evangelista Isauro: Y encima tenemos a los dirigentes que las amenzan con ponerlas de titular a cambio de entregar la cotorra.
Patricio Ulises: En el futbol femenino es una vergüenza que por no haber presupuesto deban usar la ropa de los varones.
Olivia Palma: Sin embargo por más lindas que sean en ese contexto no se puede apreciar la belleza física; siendo que las únicas que se lucen de verdad, son las referí y sus asistentes.
Patricio Ulises: Sabido es que el sexo está presente en cada cosa que hacemos y con más razón a cambio de ponerlas de titular.
Evangelista Isauro: Para los dirigentes no se trata de mirar sino más bien de palpar como lo hace la policía.
Olivia Palma: Amadora no solo juega bien al fútbol sino que además es una exelente persona.
Melina Venus: Igualmente Amadora no puede jugar con las mujeres porque desentona por su habilidad.
Patricio Ulises: Hasta donde sea permitido mejor decir las cosas de frente; para un marido celoso no es moco de pavote el tener que soportar que la esposa ande por los vestuarios entre muchachos de tan bella figura.
Olivia Palma: Nada que ver, Amadora solo piensa en jugar bien los partidos.
Melina Venus: Creo que finalmente habrán de tener que emigrar a algún país vecino.
Olivia Palma: Amadora pronto irá a jugar en algún club de Europa, de primera categoría.
Melina Venus: En cualquier momento le va a estallar la cabeza de la ilusión que se hace en debutar con los varones.
Evangelista Isauro: Estoy de acuerdo con vos, si hasta me ha pedido que le done el pito para hacer cambio de sexo, que después me lo devuelve, dice.
Melina Venus: No seas bestia, seguro se trata de una manera de expresar lo tanto que desea jugar ese partido.
Olivia Palma: Alejen el pecado de la envidia que aquí llega la más grande del mundo.
Amadora Loreley: No hables así que así hablan los brasileños. Finalmente voy a debutar en la Scaloneta. Pero la macana es que por mi culpa vamos a perder los puntos...
Olivia Palma: Cuanto orgullo hija mía.
Melina Venus: Maestra de maestros, ídola.
Patricio Ulises: Pidan otro cucurucho que yo lo pago.
Evangelista Isauro: Antes de andar invitando a los conocidos mejor juntá para pagar lo que me estás debiendo.
Patricio Ulises: Te comportas como los del FMI y me querés regular la vida.
Amadora Loreley: Voy a jugar junto a Lionel, el Dibu, y todos los recientes campeones...
Evangelista Isauro: Entonces mejor no vayas a quedar embarazada así podes vivir de tu talento.
Patricio Ulises: ¿Es posible que en vez de estar contento, tengas una herida abierta del tamaño de un continente?
Evangelista Isauro: Mala yerba, deja de meterte en mis asuntos y págame lo que me debes.
Patricio Ulises: Será preferible que aspires el olor del sambayón a que me quieras sacar un centavo.
Evangelista Isauro: Aunque mas no sea págame con vestimenta.
Patricio Ulises: Ya te dije que esperes a que venza el plazo fijo.
Melina Venus: Deja de torturarnos con tu podrido humor de dandy fracasado.
Olivia Palma: Por mas bien vestido que estés careces de nivel de persona...
Melina Venus: Le dicen que no tiene nivel y el engreído para nada se da por enterado.
Amadora Loreley: Siempre lo amé por su inteligencia, pero ahora dudo...
Evangelista Isauro: Luego de aleccinar al incobrable me voy a encargar de hacer que me des la razón en todo.
Patricio Ulises: Eres agarrado hasta en los momentos sublimes de gloria...
Evangelista Isauro: Te voy a patear las bolas.
Patricio Ulises: Ojo con la pilcha recién comprada...
Evangelista Isauro: Vas a tener que usar suspensores de cuero de oveja.
Amadora Loreley: Uy. Penal, referí.
Olivia Palma: Como mínimo esgince de tobillo.
Melina Venus: Va camino a ser un matambre relleno.
Patricio Ulises: Mariquita de porquería, por qué no peleas de frente.
Olivia Palma: Alto bajón, ahora no podrá jugar el partido tan esperado.
Amadora Loreley: Nada de éso, voy a jugar aunque tenga que usar muletas.
Evangelista Isauro: Te ruego me perdones, pasa que este cobarde te ha usado de escudo.
Olivia Palma: Se ve que la entereza moral la dejaste colgada de un perchero.
Patricio Ulises: Por el afán de cuatro pesos te perdés de ganar millones...
Olivia Palma: ¿Y ahora como hará para jugar dentro de quince días?
Patricio Ulises: Es lastimoso verla sufrir como una condenada.
Amadora Loreley: Lo único bueno de sino juego es que quizás no vayamos a perder los puntos.
Olivia Palma: Aprovechá la desgracia para sacarte a este clavo de encima.
Amadora Loreley: Clavo es lo que me van a tener que poner en el hueso.
Olivia Palma: Petulante destino que nos exige tantas pruebas para poder ser alguien en la vida.
Melina Venus: En un inquieto silencio mortuorio solamente se escucha el lamento de aquel infeliz de allá arriba.
Amadora Loreley: Siento el tobillo cual si fuera la fogata de San Juan.
Olivia Palma: La redonda allí solita parece una planeta sin sol.
Evangelista Isauro: Perdóname, Amadora, en vano mi alma se ha enfurecido.
Olivia Palma: Vean, de aquella terraza se está por arrojar al vacío, un pobre muchacho super afligido.
Patricio Ulises: Huyamos de quedar impregnados de sus miserias.
Evangelista Isauro: Aúlla como lobo en la noche más oscura.
Melina Venus: Resulta espantoso tener que verlo estamparse contra el piso.
Amadora Loreley: Con un pelotazo en la frente intentaré empujarlo hacia dentro.
Melina Venus: Pero si tienes el pie que parece la trompa de un elefante refriado.
Amadora Loreley: No hay tiempo que perder; ya casi ni duda.
Olivia Palma: Le has pegado en la frente y calló de culo en la terraza.
Melina Venus: Y la pelota como un bumerán a regresado a los pies de su dueña.
Patricio Ulises: Siento adoración por tu puntería.
Amadora Loreley: Si alguna cosa se interpone a la gravedad que ejerce la tierra, la atracción gravitacional se ve disminuida...
Melina Venus: Es como si hubiera pateado un burro.
Amadora Loreley: Atención. Vuelve a la carga a querer arrojarse al vacío.
Melina Venus: Rezo una plegaria por él.
Olivia Palma: Ha de ser un hombre bueno, pues le insiste a dios que le abra las puertas del cielo.
Amadora Loreley: Dejen la pelota ahí. Será con ella con quien voy a frenar su caía.
Olivia Palma: Como guiada por la providencia la pelota se le ha metido por debajo de la ropa amortiguando como un colchón el impacto contra el suelo...
Evangelista Isauro: Fíjence como sale del atolladero, erguido, y dicharachero.
Patricio Ulises: Hasta se puede decir que solamente ha sufrido un tropiezo, teniendo como mucho un raspón.
Amadora Loreley: De mi parte, ha de recibir un fraternal abrazo.
Evangelista Isauro: No tanto abrazo que se trata de un muchacho bien parecido.
Olivia Palma: Es una verguenza, tienes celos hasta de un chabón desvalido.
Amadora Loreley: Le haré jurar para que no vuelva a intentarlo.
Melina Venus: Se me hace que va a ser imposible que no trascienda.
Olivia Palma: Amadora hizo que usted monte el balón cual si fuera un unicornio.
Evangelista Isauro: En vez de andar mangando compasión mejor regrese de donde vino.
Honesto Osorio: Al instante de ver a Amadora Loreley, me dije: Esta diosa me ha salvado de quedar, como mínimo, paralítico o cuadripléjico.
Amadora Loreley: Con la pata de palo he podido patear chanfleado.
Patricio Ulises: De su pierna destrozada salió un misil de la Cruz Roja...
Melina Venus: El disparo fue tan certero que no logramos salir del asombro.
Amadora Loreley: Estuvo bueno, por medio de un gran efecto hice entrar la redonda donde yo quería.
Honesto Osorio: Te estaré eternamente agradecido. A los lados de cada brazo, es que la pelota se metió dentro de la remera y me protegió la columna vertebral.
Amadora Loreley: No sé porque te has querido matar, pero no te juzgo pues a veces la vida es muy complicada.
Patricio Ulises: Huyamos de la veredita antes que se llene de gente.
Honesto Osorio: Pronto, necesitamos un cubo de helado.
Olivia Palma: Voy yo.
Melina Venus: La ayudo.
Honesto Osorio: ¿Sabes? Siempre que juegas, mirando la tele relato tus goles cual un verdadero profesional.
Amadora Loreley: Te creo.
Honesto Osorio: Si había algo que me retenía en querer quitarme la vida era precisamente perderme el partido contra el Brasil de los varones.
Melina Venus: Fue increíble, la pelota se metió donde ella quiso y se depositó justo debajo de la ropa.
Honesto Osorio: Esta terapia te ha de curar sin duda. Por favor deja la pata metida en la cubeta.
Olivia Palma: Con semejante inflamación es probable que tengas algo muy severo.
Evangelista Isauro: Mejor asimilar el accidente cual un simple contratiempo, dar vuelta la hoja y continuar la vida aplicando alguna temática menos complicada. No sé, digo...
Amadora Loreley: Aun así, hecha pelota, sueño que juego junto a los campeones. Seré curiosa, ¿por qué pretendías pasar para el otro lado?
Honesto Osorio: Tengo un perro al que tanto adoro, y me lo han robado, que en mi casa por las lágrimas parece que hubiera habido un diluvio. Pero en adelante te prometo que he de vivir cada minuto con la alegría de haberte conocido y de que me hayas salvado la vida.
Amadora Loreley: Creo alcanzar comprenderte porque estando así me siento parecido...
Honesto Osorio: Ya lo verás, finalmente las nanas han de quedar para el olvido.
Evangelista Isauro: Y sino te curas, muy fácil, trabajarás como modelo de pasarela montada en carroza de carnaval.
Honesto Osorio: ¿Dices, cambiar de profesión, y que el talento quede para consumo de los chacales?
Amadora Loreley: Cuando la racha es buena lo mejor es seguir haciendo lo mismo, pero cuando nada fluye y todo se ve entorpecido, es preferible detener el andar y dejar pasar la negativa...
Honesto Osorio: En el fondo calculaba que tirándome de tan poca altura podía llegar a quedar inservible, pero no me importaba pues perder a mi perro es lo peor que me puede pasar en la vida...
Evangelista Isauro: Quédete tranquilo pues mientras tú relatas los partido en solitario, yo me encargaré que entre suspiros de placer, Amadora sea la mujer mas feliz del mundo.
Amadora Loreley: No hables así, que así hablan los brasileros.

Escena dos.
En el estadio Maracaná.
Olivia Palma: A un costadito donde nadie nos mira, al fin estamos en el magnífico estadio del Maracaná; ignorados pero a toda hora bien predispuestos en disparar las bazucas cañoneras que arrojan serpentinas con el nombre impreso de Amadora Loreley.
Patricio Ulises: Vos si pretendés recuperar a tu mascota, antes que termine siendo un simple llavero, mejor obedecé sin interponer ningún tipo de excusa.
Melina Venus: Ahora digo yo, para que nos hacen sufrir cuando deberíamos estar felices.
Amadora Loreley: El insensato se programa lávandose la cabeza con cuestiones de poca estirpe, y así va creando un personaje del que luego le resulta imposible zafar.
Patricio Ulises: Y vos, Amadora, que el andar intelectualizando nunca ha sido tu fuerte, mejor regresá al vestuario donde de seguro ansían verte.
Olivia Palma: No hay apuro. Todavía falta para los himnos, todavía falta.
Amadora Loreley: Los días que juego hago lo que se me canta.
Patricio Ulises: Si pero bien que tu marido le haces caso. Él es tu manager, y en adelante yo seré tu representante; de una nueva empresa dedicada a contratar jugadores. Por lo tanto pensá un poco de lo importante que soy en tu vida.
Amadora Loreley: Entonces mirá para otro lado porque le voy a dar un trago a la petaca de whisky.
Patricio Ulises: Vamos, pedazo de inconciencia que camina, escupe éso, ¿donde se ha visto semejante cosa?
Olivia Palma: Ahí le doy la razón al capanga.
Amadora Loreley: Trato de convocar a los espíritus de aquello grandes futbolistas bebedores consumados.
Patricio Ulises: No vaya ser que el técnico te vea y te mande al banco.
Honesto Osorio: Imposible que suceda, este partido se juega solo para que la Loreley demuestre sus potencial fuera de serie.
Amadora Loreley: Ven aquí y dame un beso, que quiero que me quites el mal aliento.
Olivia Palma: Paren un poco que los está mirando el mundo entero.
Amadora Loreley: No hables así que así hablan los brasileros.
Melina Venus: ¿Se puede saber adonde está Evangelista Isauro?
Patricio Ulises: Aún no llega.
Honesto Osorio: Me distes ánimo para soportar lo que continúa.
Melina Venus: Pregunta tonta, para cuando salga el disparo, ¿no habría que usar algún protector en la cara?
Patricio Ulises: El mecanismo es inofencivo, totalmente eléctrónico.
Olivia Palma: ¿A que se debe que a cada segundo mires la hora?
Honesto Osorio: Paralelamente a los relatos de la cabina, mi poderoza voz ha superponerse con los cánticos de la tribuna y hasta inclusive taparlos.
Amadora Loreley: Y yo te prometo que no bien salga de la manga, en raudo pique iré a venir a darte otro beso.
Honesto Osorio: Entonces tendré los labios listos del color carmesí.
Patricio Ulises: Cuando llegue el momento, nada mas tienen que apuntar hacia la tribuna y apretar el botón, de a uno por vez con fracción de tres segundos. Primero Honesto, después Melina, y finalmente la madrastra. Y de inmediato vuelven a recargar, ¿está claro?
Honesto Osorio: Vos podrías ir pasándonos los cartuchos...
Patricio Ulises: No creo que los pueda ayudar, ando queriendo localizar a mi amigo, que no sé por qué absurdo motivo se encuentra ausente.
Olivia Palma: Me preocupa un poco la idea de no haber ensayado antes.
Patricio Ulises: No jodamos, es fácil. Y si Amadora llegara a meter un gol, deberán arrojar otros cartuchos que ya deben tener preparados.
Melina Venus: Pienso yo, aunque sea un festejo pobretón, la errante caminata con las bazucas sobre los hombros será como para generar gran suspenso.
Patricio Ulises: Sensacional espectáculo, de humilde condición, pero efectivo como el papel picado tirado de amontones.
Olivia Palma: Me consuelo pensando que las serpentinas se esparciran sobre las mentes ansiosas de saber si en efecto la Loreley es capás de hacer salir conejos de la galera.
Amadora Loreley: Pon tu mano aquí. De la emoción que tengo calculo que iré a jugar como nunca.
Honesto Osorio: Parece que el corazón te irá a estallar como el volcán mas grande de Saturno.
Amadora Loreley: La que va a estallar es la red con mis goles. Ya lo verán, la noble naturaleza ha de quedar muda e impresionada de verme jugar como nunca. Pero lo que sí me duele es que vayamos a perder los puntos.
Honesto Osorio: En vez de serpentinas, merecerías que el estadio quede a oscuras y que una luz especial te ilumine a vos sola.
Olivia Palma: De todos modos lograremos igualar la grandeza del que teniendo poco lo hace lucir con la dignidad del comediante.
Amadora Loreley: De hacer algún gol, prometo venir a festejarlo contigo; aplicando la misma metodología, claro está...
Honesto Osorio: Entonces ruego porque hagas muchos goles.
Patricio Ulises: Mas despacio que aun no está divorciada.
Honesto Osorio: Salvo por lo de la mascota estoy feliz hasta el infinito mas remoto y lejano.
Olivia Palma: De solo pensar que juegas con los varones se me iergue el pecho como pichón de paloma.
Honesto Osorio: ¿Sabes? El verde del pasto me hace recordar al pistacho que te hizo desinflamar la osamenta.
Patricio Ulises: ¿Pero por qué el cartucho número uno está fuera de la bazuca?
Honesto Osorio: Es tan pesado que lo reemplace por otro.
Patricio Ulises: Ahora vas a ver, cuando Evangelista se entere habrás de recuperar el perrito a cambio de rogar de rodillas.
Honesto Osorio: E intentado ver lo que contiene dentro, pero no pude sacar la tapa.
Amadora Loreley: Cariño mío, un último beso, debo regresar al vestuario.
Patricio Ulises: Mira, aquí tienes un audio fresquito del patrón: ¡Pero que hacés, imbécil de porquería, no quieras cambiar nada, te ordeno que vuelvas a colocar la cápsula número uno para que salga primero!
Honesto Osorio: Es que pesa como medio kilo, algo raro contiene dentro.
Honesto Osorio: Allí aterriza un helicóptero en medio del campo de juego.
Olivia Palma: Y ahí viene tu marido furioso con los ojos inyectados en sangre.
Melina Venus: Los hinchas lo han de querer linchar.
Evangelista Isauro: ¡Zorrino de campo!, no entendés que no puede haber cambio de cartucho. ¡El número uno sale primero!
Amadora Loreley: ¿Como es que te han permitido aterrizar? ¿No se dan cuenta que pueden arruinar el pasto?
Evangelista Isauro: Solamente diciendo que soy tu marido es que consigo lo que me de la gana.
Olivia Palma: Nada mas verídico que el poder de su nombre.
Evangelista Isauro: Si, pero ya arreglé con los relatores para que la nombren por su apellido de casada.
Olivia Palma: Tú sí que no te enteras que has sacado la lotería y entonces el pozo ha de quedar vacante para el próximo ganador.
Evangelista Isauro: ¡Apurate que me tengo que ir ya mismo! Te repito, la bomba número uno sale primero.
Olivia Palma: Se ve que estás gastando plata a cuenta de los millones en puerta.
Evangelista Isauro: Que estás esperando, bobalicón...
Amadora Loreley: Para los argentinos el dinero es como una droga. Y no quieras saber cuando se dolarice la economía; que vendría a ser como si al drogadicto la droga se la maneje la maestra de la primaria.
Evangelista Isauro: Mirá, aquel que me llama es el piloto de una moderna nave que me sale un fangote la hora. ¡La bomba número uno sale primero!
Honesto Osorio: Ve tranquilo, voy a cumplir tus ordenes al pie de la letra.
Evangelista Isauro: Así se habla. Y además, Amadora tiene mucha razón, no hay mejor droga que andar gastando efectivo.
Patricio Ulises: Me duele la muela. Yo me voy con vos porque necesito urgente un dentista...
Melina Venus: Cómo, ¿no van a ver el partido? ¿Es que acaso no están encantados de ver triunfar a Amadora?
Olivia Palma: Por lo visto, les importa un comino.
Amadora Loreley: Venimos con una racha invicta imposible de superar. Me angustia mucho que vayamos a perder los puntos. Quizás sea conveniente que no juegue este partido.
Voz del estadio: (en portugués) Obrigado Amadora por estar hoy aquí con nosotros, pero por favor solicite a su manager que haga retirar el helicóptero del campo de juego.
Evangelista Isauro: La nave está despegando sin nosotros.
Patricio Ulises: Apurémonos que a lo mejor no espera...
Honesto Osorio: Aquí hay solo arena.
Evangelista Isauro: Maldición. Entonces deja todo como estaba.
Patricio Ulises: A mi no me mires porque yo no entiendo nada.
Amadora Loreley: Debo regresar al vestuario. Después nos vemos.
Melina Venus: Siendo que estar inerte es como ser acunado por el universo, entonces veamos pasar el tiempo embriagado de observar la habilidad de nuestra super campeona.
(arrojan las serpentinas) (Amadora se acerca y hace reverencias)
Honesto Osorio: Sean eternos lo laureles que supimos conseguir. Que supimos conseguir... Coronados de gloria vivamos. Oh juremos con gloria morir. Oh juremos con gloria morir... Cha, chan, cha chan, chan chan, chaaaa... Finalizados los himnos, al fin comienza el partido mas esperado de la historia. La pulga le sede la pelota a la Loreley; como diciendo: Dale piba que lo que vale es pensar siempre en hacer los goles. ¡Y para que lo habrá pensado!, que la piba gambetea a cuatro seguidos, uno por uno, haciendo alarde de sus malabares, ¡humillante! señoras y señores. Y ahora dos caños consecutivos a dos ferreos marcadores centrales. Luego pasa como postes a cuatro jugadores mas que bajaron a ayudar, haciendo en el trayecto hacia el arco, dos rabonas increíbles por arriba de la inocencia de los aguerridos defensores... Para finalmente hacer una pared con la Araña del Manchester City, encarando directo hacia el pobre arquero, que como frente a un huracán tiembla como una hojita; y prácticamente en el minuto uno, con algunos sengundos de yapa, pasándosela por arriba al guardaballa se puede gritar gol antes que la pelota pase completamente la linea del arco. Gooolllll. Con los pobre medios campistas, delanteros, y medias puntas, anudados y desorientados cual si la cancha estuviera inclinada solamente en favor de la Argentina, Amadora Loreley ha logrado anotar un gol imposible de creer, cuál si todos sus rivales fueran simple ardillas de un bosque encantado. Goooolll... Es un partido que produce escalofrío de observar a la domadora frente a miles de leones manzos como caballos de alquiler...
Melina Venus: La varita mágica a tocado otra vez el alma sensible de mi mejor amiga.
Olivia Palma: Voy a quedar toda la vida tan sonriente que nunca pararé de estar feliz.
Amadora Loreley: Aquí vengo a entregar mi boca ha quien relata mis goles como ninguno, que mientras gambeteaba escuchaba tus vos como acariciando me el alma.
Evangelista Isauro: ¿Como te atreves a besar a mi señora ante miles de personas pendiente de ella?
Amadora Loreley: No te pongas violento pues solo se trata de una promesa que debía hacer cumplir a rajatabla.
Melina Venus: Se trata de un amor arrasador producto de que ustedes están en crisis matrimonial.
Olivia Palma: Tú has hecho lo imposible para que tu señora te deje de querer. Y no amenaces con juicios por adulterio pues ella solamente le dió un pico en momento de euforia.
Evangelista Isauro: Decí que tengo la pilcha nueva, porque sino quisiera poder cortarle la cabeza, ponerla en el banderín del córner, y clavarla en el area chica del arquero.
Honesto Osorio: Y de la manera menos deseada, ahora es Brasil el que mueve la pelota en el centro del campo de juego. Pero Amadora logra interceptar el balón y encara de nuevo con mas fuerza que antes.
Olivia Palma: Otro magnífico caño le ha hecho al medio campista que ha quedado perplejo.
Honesto Osorio: Y aquí nos preguntamos ¿Existirá algún ser juicioso que se rehuse a caer a su pies poniéndose a rezar como un niño? Recién han pasado dos minutos y no obstante pareciera que hace mil años que estamos mirando. Y de vuelta la pelota circula sobre una pradera como rodando entre amapolas, donde Amadora logra hacer lo que le viene en gana... Y así es como vuelve al ataque juntando defensores como naipes en el juego de la canasta, y la pelota pega en el travezaño, volviéndola a agarrar y de vuelta a gambetear al arquero, que nuevamente llora desconsolado pero esta vez dando palmadas sobre el cesped.... Pero justo cuando, canchera, va a meter el gol de taquito, increíblemente se queda como petrificada, casi igual a los actores callejeros que representan estatuas, con la pelota bajo el pié derecho al amparo de los tapones...
Patricio Ulises: Pero que pasa, ¿está enferma está piba?
Olivia Palma: Se a quedado dura como piedra, pisando la pelota.
Patricio Ulises: A quedado como momia, mas precisamente como un monumento.
Honesto Osorio: La Loreley ha dejado surcos en el cesped como vados que indican el camino para llegar a Dios.
Evangelista Isauro: Que yo sepa no es epiléptica.
Honesto Osorio: Pareciera estar catatónica.
Olivia Palma: ¿Pero que ocurre, se ha quedado como petrificada? Está como detenida en el tiempo.
Patricio Ulises: Es como si el aguatero le hubiera puesto al agua algún liquido para dejarla embalsamada.
Honesto Osorio: Como tú eres un maldito piensas que todos hacen lo mismo.
Evangelista Isauro: Me siento con todas las miradas sobre mi nuca como si yo fuera el culpable.
Melina Venus: Imposible de creer, la Loreley se ha quedado como congelada, perdiendo de hacer un gol que tenía en el buche.
Voz del estadio: Pedimos a los jugadores que por favor no se acerquen. Pero a la vez solicitamos a la madre y los parientes mas cercanos, que vayan a ver si la pueden sacar de ese estado de rigidez.
Olivia Palma: Por favor venga ustedes conmigo.
Evangelista Isauro: Mi querida esposa, ¿que te sucede?
Olivia Palma: Cuanto menos haz un seña con las cejas.
Melina Venus: No tiene pulso.
Olivia Palma: Y tampoco respira.
Honesto Osorio: Está muerta. Con los ojos abiertos.
Evangelista Isauro: ¡Malditos que padecen de incontinencia! ¡Han caído en la tentación! Allí viene tu perro a querer lamerte la cara. Y yo haciendo venir un helicoptero desde Argentina que luego me deja en tierra. Todo mal.
Honesto Osorio: Me han devuelto lo que más quería pero aun así no siento ninguna alegría.

Escena tres.
En el centro de Puerto Madero.
Patricio Ulises: Si señor, y como imitando al locutor que intentara robarte la esposa, descríbote el momento aquí presente con detallado entusiasmo: Nos encontramos en Puerto Madero, a los pies del Puente de la Mujer, entre charcos de una lluvia copiosa, temblando de miedo por la ropa nueva se mantenga brillante, admirando casi adorando a quien fuera una ídola hoy convertida en verdadera estatua de admirar.
Evangelista Isauro: Nada más satisfactorio que estar bien vestido como para encarar la errante vida que se avecina. Y ahora me toca relatar a mí, con los jugos de la saliva del agraciado bobalicón metidos en mi ADN, hechando loas a la pobre de mi señora, que sin necesidad de embalsamar quedó convertida en estatua de carne fresca y real estructura ósea; cual merecido monumento decretado luego de varias detalladas autopsias.
Patricio Ulises: Y ojala nunca la vayan a querer llevar al horno de la cremación, porque entonces si que adiós al negocio de andar pidiendo plata (como para comprar ropa de calidad) a la larga fila de peregrinos.
Evangelista Isauro: Y recién amanecidos, manducando medialunas mojadas en coca cola natural, nos hayamos unidos como siameses, como siempre tratando de no manchar por ningún motivo la pilcha nueva. Esforzando mi lengua en encontrar una respuesta a la pregunta que subyase de sí en efecto, aunque ahora viudo, alguna vez estuve enamorado de mi estimada cónyuge; de esta cosa estrafalaria que aquí tenemos, digna de admirar sin titubeos, pero así mismo de no poder evitarse tener algún tipo de aprehensión. A lo que le contesto al mundo entero a modo de confesión, que no, que rotundamente nunca estuve, jamás de los jamases, enamorado. Que mi afecto solamente se limitada a una simple admiración producto de como se desenvolvía con la pelota en el campo de juego; y también haciendo esquisitos malabares...
Patricio Ulises: ¿Y tan solo por éso te casaste sin meditarlo un poco?
Evangelista Isauro: Raro que te parezca así cuando el propio universo debía usar babero, por idéntico motivo. Y entonces me resultó imposible despegar de la chance de oro que el destino me ofrecía, de adueñarme de una mujer que derrochaba talento como si fuera un mesías. Y ella, pavota, que siempre estaba desprevenida, abstraída pensando en la táctica y la estrategia deportiva dentro del campo de juego, que no supo darse cuente de mi falta de amor, o de pizca de algo parecido.
Patricio Ulises: Tuvo el fuego sagrado de los campeones, por ello quedando impresa en la mitología por la eternidad, siendo que ahora lo preferible será reanudar nuestras vidas recaudando de los que vayan llegando, como para comprar trajes de etiqueta y gafas de la mejor calidad.
Evangelista Isauro: Pero a quien tenemos aquí... Al verlas a ustedes, luego de la tormenta, todo me parece mas claro y el cielo del amanecer se ilumina de los colores de la bandera.
Patricio Ulises: Andamos queriendo administrar un negocio donde la gente se saque fotos a cambio de un bono contribución para los bomberos. Y todos ustedes disfrazados de bomberos voluntarios que aparte venden rifas.
Olivia Palma: Nadie entiende como es que el cuerpo no se descompone y sus ojos brillan como esmeraldas.
Honesto Osorio: Hoy está mas linda que nunca y sus cabellos mojados la hacen parecer mas atractiva.
Melina Venus: Solamente le falta el alma.
Olivia Palma: Para nada será de extrañar que el día de mañana vayan a fundar aquí una isla flotante con su nombre.
Honesto Osorio: Virgencita santa, tantas cosas por decir tengo que no sé por donde empezar. ¿Sabes? Nos han devuelto al perro; pues te aseguro que también era tuyo. Me arrodillo a tus pies, te debo eterna gratitud.
Melina Venus: Y yo, de algo que en vida tanto te angustiaba, te traigo re buenas noticias. En fallo unánime, la FIFA, a decidido dar por ganado el partido a la Argentina. Y ponete contenta porque seguimos con el puntaje ideal.
Olivia Palma: Mi mente se esfuerza por entender, si es que son mis deseos de madre los que dominan mis sentidos haciendo ver con patética nítidez moverse la estatua, o es la realidad misma que nos ofrece sin vueltas una insperada resurrección.
Melina Venus: En efecto está como temblando, tímidamente moviendo las articulaciones.
Olivia Palma: Que alguien me sostenga pues creo que iré a desmallar ahora mismo.
Honesto Osorio: Quiera Dios sea verdad el verla ladear los ojos.
Amadora Loreley: ¡Sentate a tomar mate, Lionel, que yo me encargo de todo! Perdonen la demora en reaccionar pero aún continúo comprenetrada con el partido. Por favor, mi querida Melina Venus, repite lo que recién has dicho.
Evangelista Isauro: Ahora que sales del trance, me vengo a dar cuenta que la palabra pelotudo se dice a propósito de la pelota de fútbol.
Melina Venus: Te repito, pese a todo lo vivido, el encuentro se siguió jugando y el resultado final fue uno a cero, con ese hermozo golazo tuyo imposible de olvidar; y como tú solamente jugastes cinco minutos es que nos dieron por ganado el partido.
Amadora Loreley: Vamos todavía, todo salió como yo lo imaginaba, el plan ha salido perfecto.
Melina Venus: No me digas que toda esta locura es producto de una jugada magistral...
Olivia Palma: ¿Podés ser tan grosa de hacer algo semejante?
Amadora Loreley: En efecto, he desperdiciado el segundo gol para al instante quedar petrificada, con ello dando por terminada mi participación, calculando que por pura piedad los dirigentes del fútbol mundial nos irían a otrogar los puntos.
Olivia Palma: Así se juega mi querida; así se juega.
Honesto Osorio: Entonces me queda por relatar ésto: Veinte días han pasado con la pelota en los pies de la Loreley y ahora seguimos camino al mundial con el puntaje perfecto...
Amadora Loreley: Me falta por expresar algo muy importante. Estoy enamorada de vos. Y de este cruel despiadado, me quisiera divorciar ya mismo.
Evangelista Isauro: De mi parte, no hay problema, lo que vos quieras, eres libre de seguir tu camino como más lo prefieras.
Amadora Loreley: Luego de haber conseguido los puntos ahora solo quiero conquistar el corazón de éste hombre.
Honesto Osorio: Claro que si, ni que lo digas, ya lo tienes conquistado. Pero me temo que cuando veas mi auto tal vez cambies de opinión...
Amadora Loreley: De ninguna manera, contigo soy capás de vivir en la villa mas villa que exista.
Honesto Osorio: Eso sí, tiene la verificación técnica vehicular, totalmente vigente.
Amadora Loreley: Entonces vayamos a pasear por la ciudad, que es la mas linda que existe.
Patricio Ulises: Allí se va la parejita, dichosos de andar en cuatro ruedas.
Evangelista Isauro: Habiendo dejado encerrado al pichicho en esa batata que llaman auto, una cosa para reír hasta el ombligo descoserse, es ver la cara de susto de solo pensar que de nuevo le puedo llegar a tomar al perrito prestado...
Patricio Ulises: Catramina si las hay, de antes que Colón descubriera América.
Evangelista Isauro: ¡Tengan cuidado que el chiguagua no vaya a caer por los agujeros del piso y después me hechen la culpa a mí!
Patricio Ulises: Parece mentira, la batata ha logrado encender los motores...
Evangelista Isauro: Sale humo como cuando en los piquetes queman caucho.
Patricio Ulises: Che, dale, antes que se ponga en movimiento, porque de seguro le resultará imposible poner la primera, contame, ¿en serio pensabas hacer volar el estadio con material de origen nuclear?
(ruido disonante de cuando no se puede poner un cambio)
Evangelista Isauro: Cosas de la Internet; perfectamente sabía que me estaban tomando el pelo, pero igual para aprender un poco más de como funcionan esas estafas, les seguí la corriente hasta saber donde terminaba la joda.
Patricio Ulises: Lo mío fue parecido; yo también te obedecía por la pura curiosidad de saber hasta donde llegaba dicha canción tan funesta. Al fin se mueve el bolido, todo despintado y con las gomas a medio desinfladar.
Evangelista Isauro: Y aquí va pasar en raudo pique, como salido de un Raly de dar la vuelta manzana.
Patricio Ulises: Caramba, a propósito a pisado un charco con barro, que nos dejó mugrientos y embadurnados de espeso lodo.
Patricio Ulises: Como para matarlo a trompadas.
Evangelista Isauro: Entonces vayamos a tomar venganza.
Amadora Loreley: Contra todo lo que se pueda pensar, me encanta tu auto; mi vida...
Honesto Osorio: ¿Y la mascota, no?
Amadora Loreley: No, si, ella también. Es divina.
Olivia Palma: Chicos, tenemos agarrados del paragolpe tracero, a los plomazos de siempre que no paran de insultar.
Evangelista Isauro: ¡Maldito relator de cuarta categoría, lo hiciste a propósito, mirá como me ha quedado el traje!
Patricio Ulises: ¡Quien te pensás que somos, el conjunto de latitas que cuelgan del paragolpe en la limusina de los recién casados...
Amadora Loreley: Hablando de paz, y solo de paz, y de no violencia, en la próxima conferencia de prensa iré a dedicar mis goles para que los países en guerra firmen la paz y adhieran a Cristo y al amor entre los semejantes. Pero ahora, por favor, toma carrera, y en la primera curva acciona el freno de manos, para que vayamos a colear, y así, por fin, salgan despedidos del auto.
Fin.








Texto agregado el 22-10-2023, y leído por 330 visitantes. (1 voto)


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