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A lo lejos era muy difícil reconocer si aquel esperpento humano era un vagabundo o simplemente era un nostálgico descuidado por la
sociedad. Sin ningún lujo visible, el cabello corto aunque despeinado, su calzado no era reluciente pero ostentaba un lujoso par de sandalias , en fin, era el típico poeta descoordinado que solo
buscaba una inspiración.

Su vida transcurría en el vaivén de la muchedumbre estresante y la simpatía poética por el amor, y así día a día dedicaba una oda, fruto de su corazón, a la más infeliz y helada madrugada o a la orgullosa
y reluciente obra de un escultor que como adorno de parque y parque estorba en la mirada gloriosa del amanecer.

En sus ojos se distingue el recuerdo de la inocente infancia, una infancia obstaculizada por el orgullo familiar y un destilado y afamado rasgo social. Su madre tal vez fue el motivo de su primera
inspiración, la recuerda con ternura, fue ella la que le enseño lo bello de un abrazo, el valor innato de un beso, pero ante todo le enseño que uno esta solo en la vida, ella murió estando él muy joven.
Desamparado de amor y ternura se refugio en manuscritos endemoniados, leía lentamente los versos mezquinos de Bécquer y Quevedo, no
comprendía porque la ternura era magia en las manos de una mujer, pero para el hombre solamente es una idea desaforada y abrupta de
locura y raciocinio.

Con el tiempo fue olvidando la ternura de su madre, le llovía inspiración hacia un amor incierto que nunca había experimentado y así desechando nombre y apellido intentaba descubrir su propio mundo y tal vez en un momento o rincón encontraría de nuevo la ternura perdida.

Para él, los poetas nacen con la pasión hacia el amor en lo inmenso de su corazón, pero allí se encuentra sedada por la pedagogía acaramelada de una sociedad envilecida por la soledad y la amargura espiritual, fruto de la educación deprimente, y aislada de la hermosura e inmensidad de la pasión naturalista y renacentista.

Una día mientras escribía una comparsa sentimental, se acerco a él una pavorosa figura, en ese momento pareciese como si el poeta fuera
devorado por un dragón que intenta saber si los poetas son al paladar tan dulces como sus odas, o si tal vez tienen el sabor del néctar enloquecedor de una noche de pasión. La pavorosa figura no era más que una frágil y hermosa joven que se acercaba al poeta con el único motivo de entender su comparsa; Tan tímido como cuando su madre lo
acariciaba, negó ser un poeta enamorado y simplemente le regalo la comparsa y huyo.

Deambulo por calles y avenidas, descanso para admirar las estrellas y preguntarle a su madre que en una de ellas le observa y cuida , con voz frágil y débil:

" Madre, por que me abandonaste sin decirme lo que es el amor, solamente recuerdo el amor de niño, tal vez el mismo amor infantil con que le escribo a ese sentimiento que nunca he conocido. Solo quiero ir contigo y no sufrir como han sufrido miles de compañeros de poesía y dolor. Pero antes Madre, debo escribir mi adiós ".

Y así, como una reciproca experiencia de amor, volvió a la plaza, espero lentamente que llegase la tarde para encontrar nuevamente a la joven que le había regalado una sonrisa y el humildemente en su
timidez le entrego su poema. No pasadas dos largas horas, la joven acompañada de un numeroso grupo descendía de la cumbre. Con el coraje de su sangre la llamo con un gesto modesto y tierno, tal vez tan
tierno como el niño que sin palabras pide un abrazo de cariño.

Al llegar la joven el poeta se sentó con ella en el césped enrojecido y deteriorado por la pesada sociedad, le contó su vida y le entrego un papel con dos frases, al entregarlas le dio un beso en la mejilla y como la primera vez huyo.

Corrió y corrió , atravesó las vías sin cuidado y como había prometido a su Madre, en un veloz descuido un automóvil rompió su alma en pedazos en una calle central.

La joven al llegar a su casa abrió el papel y encontró estas frases:

" Muero por un sentimiento llamado amor, no lo conocí.Prefiero morir antes que sufrir por saber que es el amor ;creo que tal vez el amor es una forma de morir "

Lentamente, cerro el papel y una lagrima escurrió por su mejilla.

Texto agregado el 03-06-2003, y leído por 385 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
12-07-2004 me gusto el final, aunque creo que le falto fuerza en el relato, besitos. LORENAP
 
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