De nada me sirvió
pasarme pensando en ti
dejar que pasara la noche
y llegará el día y siguiera pensando en ti.
Por más que intenté borrarte de mi memoria
me fue imposible eliminarte de mi mente,
antes que tu ausencia me matara
empecé a escribir nuestra historia.
Lo que no pudo hacer el licor
ni tampoco la medicina
pudo hacerlo la poesía
la luna bajó hasta mi alma.
Repuesto de todos mis males
y con mucha luz en mi alma
con calma esperé el amor
de esas mujeres leales que andan por ahí.
Cuál no sería mi sorpresa
que un día te dio por regresar
habías estado también pensándome
esperando el momento para regresar.
Tenías miedo perderme para siempre
que en tu ausencia me fijara en otra mujer
que calmara mi hambre de caricias y besos
en los labios y cuerpo de otra mujer.

Pedro Moreno Mora
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