Caminos errantes que yacen en mi memoria
Regresando como nostalgias al recorrer las calles de mi ciudad.
Decidí recostarme bajo la sombra de la catedral
Perfiendome en el vaivén de los turistas y parroquianos.
Risas de chiquillos que soñaban con el vuelo tan alto como las fuentes del piso despiden el agua mojando las jacarandas que con su bello color decoran los portales
En un instante todo perdió importancia, se volvió
Callado, solitario como un reflejo de mis días.
Por unos segundos un ser de luz cambio el escenario con su blusa verde, piel morena ,cabello negro ondulado.
Poblana tan bella y desconocida.