...Soporta tus visiones
Y desencadena las evidencias de tu alma:
El arco azul del infundio con que te aceleras
Es todavía eterno.
Invade hacia ti tus obras,
Sufre tus tempestades y brisas,
Decanta el sinnúmero...
Tú,
Hombre poeta
Que te habitas y te consuelas
Hasta cada hueso.

...Porque en lo oscuro de ti anda el cielo,
Y se mejoran los pájaros,
Y se apacientan las lluvias.
(El reguero de la inmensidad es tu causa de retorno,
De buscado suspiro).

No esperes...

Escarba la actividad de cada llave;
Así no te alcanzarán ciertas escrituras
Para pequeños estares de somnolencia...
Llama a guardia a tus esperanzas
Que harán callar los otros sitios de tu estar
Sobre tu propia era de esperanza
Y de aliento.
...Que tu espantada entereza sea parte de tu sinonimia;
Que tu cántico sea
Y te sobrepase hasta el último límite
Y desdibuje otro doblez
A tu soledosa encarnación de aire que te gozas.

Hombre poeta,
Pequeño y venidero estadío de Dios.
Hombre poeta,
Yendo de día a día
Entre martirio y milagro:
Un tiempo recibes el pago de la tierra
Y luego se induce un escozor íntimo
Que arrebata el linde de tu cuerpo feliz...
Hombre poeta,
Aquí empieza la historia:
Fíjate que aquel se desmorona y aquel otro
Hunde alegre su mano en el estanque de la hembra:
Todo pasa...

Sigue la huella de lo encontrado hacia ti
Desde el patio en que descansas,
Cubierto de glicinas y verdores apacibles
Y perennes:
Tu eco busca otra voz;
Una sombra, un resplandor de otro espacio,
De otro tiempo (acaso claro, también,
Como lo incierto que te desconsuela
Y te amamanta
Desde ti en ti mismo, hombre
Poeta)...

La pregunta es ahora,
Si podrás reventar
Desde algún punto de lo imaginado
Ese Ser que vocifera tu inmortalidad...

Busca o muere.
...Y resucita.