POGUEANDO CON MI ALMA

Después de halar el significado alcaloideo
da la palabra libertad:
Un árbol lloroso o un cuervo de “abajo”
o lo que tu mente alcance a cazar.

Y un inmenso cuchillo…
Mundo, arcilla divina cuchillo.
Himno dadaísta embarrado y extinto cuchillo.
Sobre todo un gran acuchillado.
Una res apurada por llegar
al estómago pálido del vecino.

Trocitos de madera catapultados
a la poligamia de la melancolía humana.
Desde ahí, gracias a la capacidad innata
para comunicarse, sé que la órbita elíptica
de tu querer tiene nuevo eje.
Eje cuchillo.
Eje moda.
Eje menestral.

Confundido y el efluvio de mis ojos obnubilados.
¿Estoy llorando?
No, el que llora es otro.
Un cadáver nostálgico, súcubo de mala prez.
Sin embargo, hoy Lágrima es la que sobra.
La tierra es de exógenas risas.
Sino mira a las perritas borrachas.
A los asnos eximidos de letras y miasmas.
Sino mírame confundido pogueando con mi alma.